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Lunes 6 de Enero de 2014

Estudio regional descarta el mito de que "los pobres son felices"

Conclusiones responden a la medición realizada por el Centro de Estudios El Día, CEED, y la Escuela de Sociología de la Universidad Central, La Serena, en la que participaron alrededor de 800 personas de La Serena y Coquimbo, que fueron consultadas respecto a once aspectos que utiliza la OCDE para medirla.

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Chile ha progresado en gran medida en la última década en lo que respecta a la calidad de vida de sus ciudadanos. Desde la década de 1990, el país ha tenido un historial de crecimiento sólido y de reducción de la pobreza. No obstante, nuestro país tiene una baja clasificación en muchos temas en comparación con la mayoría de los países, más aún cuando se trata de una vida mejor. Y aunque el dinero no puede comprar la felicidad resulta ser un medio bastante importante para lograr estándares de vida más elevados.

Por cuanto la calidad de vida hoy es concebida como un concepto multidimensional, que comprende diversos aspectos considerados relevantes para cada persona, los que variarán entre un ciudadano y otro, sobre todo en ámbitos como salud, educación, seguridad, entre otros. Por ello, a fin de conocer el nivel de satisfacción o importancia de los aspectos que influyen en la calidad de vida tanto a nivel personal, comunal y regional, el Centro de Estudios de Diario El Día (CEED) y la Escuela de Sociología del campus Universidad Central La Serena, desarrollaron el Estudio "Percepción de la calidad de vida en La Serena y Coquimbo".

Los resultados de la medición realizada entre el 28 de noviembre y el 12 de diciembre de 2013 anulan el mito de que "los pobres son felices", pero a la vez demuestran que las mujeres están más insatisfechas con su calidad de vida, siendo influidas por diversos aspectos al igual que el sector socioeconómico bajo, que pasó a ser la variable más relevante del estudio, ya que mostró marcadas diferencias. De hecho, por una persona del sector socioeconómico bajo satisfecha con su vida habrá seis del sector alto con el mismo grado de satisfacción.

De lo personal a lo regional


Con una muestra de 778 casos de La Serena y Coquimbo, además de un porcentaje de error del 2,8%, el estudio permitió visualizar que en general los habitantes de ambas comunas manifiestan tener una buena calidad de vida y estar satisfechos con ella. Por lo mismo ambas respuestas superan el 80% de satisfacción (ver infografía).

Sin embargo, al evaluar ahora desde el nivel comunal y regional se evidencian diferencias significativas -desde el punto de vista de la sociología se trata de relación entre las variables y no sólo el porcentaje de diferencia-. El 58,8% de los habitantes de Coquimbo indica que a nivel comunal se tiene una buena calidad de vida versus el 74,9% de los serenenses, que plantea lo mismo, en tanto que a nivel regional se mantiene también esta tendencia, con un 58,4% por parte de los habitantes de Coquimbo y 73,5% para los de La Serena.

Según Cristóbal Reyes, uno de los sociólogos a cargo del estudio, esto se debería a que cuando se evalúa a nivel personal, generalmente se valora bien y no existen diferencias significativas entre las comunas, ya que la diferencia estaría al referirse a otros, donde se manifestaría el verdadero sentir de cada persona."Cuando se evalúa la región o la comuna, el porcentaje disminuye, es decir se evalúa peor, así como también se acentúan las diferencias entre coquimbanos y serenenses, podríamos decir que son los habitantes de La Serena quienes mejor evalúan la calidad de vida de la comuna y de la región", detalló Reyes.

El sociólogo Manuel Escobar, director académico y de desarrollo institucionall de la Universidad Central, La Serena, señaló que "lo interesante para nosotros a nivel sociológico es que las personas, en su propia evaluación, siempre tienden a tener una evaluación más alta, pero cuando lo externalizan, cuando hablan de los otros, en este caso la región, comienzan a aparecer las percepciones generalizadas o estas como construcciones que tienen las personas de su calidad de vida".

Aspectos de importancia

El estudio en una escala preguntó a los encuestados por once aspectos que tienen relación con las dimensiones que la OCDE ocupa para medir la calidad de vida, entre ellos empleo, educación, salud, seguridad, entre otros. Si bien se demostró que los aspectos consultados fueron los adecuados, también quedó de manifiesto que existen diferencias significativas en tres de ellos.

Se trata de aquellos vinculados a las interacciones sociales como relación de pareja e intimidad, la relación de confianza con los vecinos, pero el más "lapidario" fue el compromiso y la participación cívica, que fue evaluada con un 68%, que según el equipo del CEED se condice con el último Latinobarómetro que da cuenta de la despolitización de la ciudadanía, reflejada en el alto nivel de abstención de las pasadas elecciones.


Ahora, al desagregar cada uno de los ítemes consultados, quienes evaluaron con mayores porcentajes de satisfacción fueron los habitantes de La Serena. Las diferencias más significativas se presentaron en ámbitos como el entorno del barrio, así como en la participación en las actividades cívicas o políticas.

Aun cuando al pasar a la evaluación regional de los once aspectos desde el punto de la calidad de vida aumentan los puntos con diferencias significativas, es decir, con mayor relación entre variables. Se trata, por ejemplo, de la calidad de las viviendas, la calidad de los establecimientos educacionales, la seguridad, la calidad del empleo, la calidad de los centros de salud, pese a que se mantiene la constante buena evaluación por parte de los serenenses.

Sin embargo, hay un punto a nivel regional en que los coquimbanos superan a los habitantes de La Serena. Éste hace referencia a las relaciones y confianzas entre diversos territorios, comunas y ciudades. En Coquimbo, sus habitantes los categorizan con un 28,4%, mientras que desde la comuna serenense lo hacen con un 26,2%, cifras que mostrarían la disposición de los porteños a una mayor cohesión social.

Para la socióloga Daniela Henríquez, este punto es coherente con otros estudios que la casa de estudios ha realizado con anterioridad, "hemos visto a nivel cualitativo que en Coquimbo definitivamente hay más relaciones y hay más confianza en la comuna, entre ellos y las personas. Tienen mayor disposición al encuentro con las clases diferentes, hay mayores relaciones de confianza lo que en sociología se habla de cohesión social, a diferencia de La Serena donde la cohesión social sería más débil y hay mayor tendencia al rechazo y más desconfianza".

Y agregó que "lo que hace esa prueba estadística es ver si existen relaciones entre esas variables y efectivamente lo que nos muestran los datos es que pareciera que las relaciones de confianza entre los coquimbanos son más fuertes que las que se dan entre los serenenses. Lo hemos estudiado y tiene que ver con la identidad local".

Nivel socioeconómico

El estudio sobre calidad de vida mostró también que el nivel socioeconómico (NSE) marca a un número importante de las variables, sobre todo teniendo en cuenta que una persona con un sueldo bajo no puede acceder a una casa de buena calidad, como quisiera, ni tampoco a salud o educación satisfactorias. Y en relación a lo mismo, no estará conforme con el barrio en el que vive, ni considerará que su barrio es seguro.

De hecho, en cada uno de los ámbitos existe una gran diferencia entre las percepciones de las personas provenientes de los niveles socioeconómicos bajo y alto. Por ejemplo, un 52,7% de los habitantes que pertenecen al NSE bajo está satisfecho con la calidad de su vivienda, mientras que el 85,5% del sector alto lo está con la suya.

Aunque la diferencia abismante entre el nivel socioeconómico bajo y el nivel alto se muestra también en la situación económica que es extrema, ya que pasa de un 26 a un 81%, lo mismo ocurre con el empleo actual (40 a 73%) y con el nivel educacional alcanzado (52 a 89%), cifras que desde una mirada regional se mantienen aunque con leves diferencias.

La situación se repite en la relación de intimidad con la pareja y donde podríamos plantear que la precariedad de las viviendas, muchas de veces de material ligero, así como hacinamiento de las familias con menos recursos van en desmedro de una relación de pareja de calidad. "La percepción que se tiene sobre la calidad de vida en Coquimbo y La Serena está afectada por esta variable, la más importante del estudio", indicó Manuel Escobar.

La estructura social

El estudio demostró que la calidad de vida está condicionada por la estructura social, ya que existe diferencia significativa entre hombres y mujeres, mostrando éstas últimas insatisfacción en lo laboral, lo económico y la relación de pareja e intimidad. Por ejemplo, el 55,9% de los hombres está satisfecho con su situación socioeconómica, mientras que en las mujeres sólo el 44,1%.

"Eso es bastante razonable porque tiene que ver con la incorporación de las mujeres al mundo del trabajo remunerado, si ves en términos de satisfacción con empleo, es consistente con algunas diferencias de género que todavía persisten en Chile. En el caso de la situación económica también. La brecha que ha ido disminuyendo es el nivel educacional con 53% en hombres y 46% en mujeres", puntualizó Escobar.

En cuanto a las relaciones de pareja, el hombre está más satisfecho con su relación de pareja y con la intimidad, logrando un 10% más que la mujer, 55 y 45% respectivamente, y con el tiempo que dispone para descanso, recreación, etc. Por lo que no cabe duda que el dinero es relevante para optar a una mejora en la calidad de vida, ya que llevaría aparejado un mejor acceso a vivienda, salud, educación, entre otros, ámbitos que son relevantes para los ciudadanos.

Fuente: Diario El Dia - Reportajes