
Viernes 1 de Agosto de 2025
Organizado por la Unidad de Apoyo Psicológico y Emocional de la DAVE, el taller tuvo como objetivo fortalecer la capacidad de respuesta ante situaciones de crisis en el entorno universitario, promoviendo un acompañamiento empático y oportuno para la comunidad estudiantil.
Con el fin de fortalecer las habilidades de contención emocional frente a situaciones de crisis, la Dirección de Apoyo y Vida Estudiantil (DAVE), a través de la Unidad de Apoyo Psicológico y Emocional, organizó el segundo taller sobre Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) para el personal docente, administrativo y directivo de la Universidad Central de Chile (UCEN), que se llevó a cabo el 30 de julio, en la sala B-201 del edificio Gonzalo Hernández Uribe.
Este taller se enmarca dentro del Plan de Fortalecimiento a la Salud Mental y Emocional 2023-2025, que busca promover el cuidado integral de la comunidad educativa y el desarrollo de competencias socioemocionales para actuar de manera eficaz y empática en momentos de crisis.
Impartido por los psicólogos Constanze Ihl Herbach e Ignacio Noriega Potocnjak, el taller ofreció herramientas prácticas para intervenir de manera rápida y empática ante situaciones de malestar emocional, especialmente en el ámbito académico.
Los participantes aprendieron los cinco pasos fundamentales del PAP:
Mediante ejemplos concretos y dinámicas grupales, los asistentes pudieron aplicar estos conocimientos de forma práctica y reflexiva.
La académica de la carrera de Arquitectura, Valentina Ortega Culaciati, destacó la importancia de la actividad, comentando: «Para mí era esencial participar en este taller. Con más de 10 años de experiencia en el ámbito académico, he sido testigo de situaciones similares. Es fundamental ser empáticos/as, ya que muchos/as estudiantes llegan con problemas derivados del sistema educacional. Estas herramientas nos permiten brindarles un mejor acompañamiento. Aprecio mucho esta instancia».
Con este tipo de actividades, la DAVE reafirma su compromiso de contribuir a la creación de espacios universitarios más humanos, seguros y emocionalmente responsables, donde el bienestar de los/as estudiantes sea una prioridad compartida y se valore el rol de apoyo emocional que cada miembro de la comunidad universitaria desempeña.