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Lunes 10 de Mayo de 2021

¿Cuándo ir al psicólogo?

Por Ps. Suilan Chia Covarrubias

¿Cómo saber cuándo tengo que ir a psicólogo? Es posible que previo a estas líneas ya te hayas preguntado un par de veces esta interrogante. La decisión de pedir ayuda profesional no siempre es fácil. Darse cuenta que uno(a) no la está pasando bien o que se está en una situación compleja, es una realidad difícil de aceptar.

La decisión tampoco es fácil cuando existen mitos y estigmas asociados con la salud mental, donde más de alguna vez hemos escuchado que quien va al psicólogo ‘está loco’. La realidad es que una persona que ‘esté loca’, posiblemente no sea capaz de darse cuenta y tener conciencia que tiene una dificultad, ni tener la capacidad de solicitar ayuda o de hacerse cargo de su problema.

Asimismo, es común que tendamos a evitar u omitir un sentimiento o situación que no nos permite pensar con claridad, pensando que el tiempo se hará cargo de esto. Pero no nos damos cuenta que estamos sumando dificultades, que puedan tender a complejizarse e incluso traer problemas a corto y largo plazo.

Siempre estamos a tiempo para preguntarnos y replantearnos si necesitamos ayuda psicológica. La atención psicológica es un tiempo y espacio para ti mismo(a), donde puedes tomar conciencia, comprender lo que te está ocurriendo y enfrentar tus miedos. Es un lugar donde puedes hablar de todo sin temor a ser juzgado o criticado; donde puedes adquirir también herramientas para comprender y gestionar tus emociones, pensamientos y conductas que te causan malestar.

Así, es importante puntualizar que cualquier persona se puede beneficiar de ir a psicólogo(a). No importa la edad, tu sexo o la dificultad que tengas. Cualquier motivo, ya sea algo que consideres de menor o mayor relevancia, es válido e importante. Especialmente si te está causando sufrimiento, vale la pena abordarlo.

Es por ello que, ante la pregunta de cuándo ir al psicólogo, te mencionamos algunos motivos por los que acudimos al psicólogo.

  1. Desarrollo personal: Interés de auto conocerte y entenderte. Si sientes tener baja autoestima. Aprender a poner límites. Entender o entregarle narrativa a las vivencias. Estrategias para organizarse y disciplina. Dificultad para tomar decisiones. Contención y apoyo. Profundizar el sentido de vida. Orientación sexual o de género. Aprender a cuidarse y cambiar hábitos poco saludables.
  2. Relaciones: Poder establecer, mantener o mejorar relaciones sociales. Si se tiende al aislamiento social. Mejorar habilidades de comunicación con otros. Dificultades familiares. Poder tener relaciones más sanas. Mejorar relaciones de pareja o terminarla. Sentir que le hago daño a los demás.
  3. Emociones y estados de ánimo: Experimentas cambios repentinos en el estado de ánimo. Has tenido crisis de pánico o angustia. Sientes síntomas corporales que antes no estaban presentes o dolores y malestares sin explicación médica.
  4. Emociones y Sentimientos: Interés en identificar y conocer tus emociones. Sientes una desconexión emocional. Dificultad para expresar lo que te pasa. Aprender a regularlas. Lidiar con emociones displacenteras como la ansiedad y angustia. Tienes momentos de llanto frecuente, sentimiento de tristeza, soledad, vacío o desesperanza. Te has dado cuenta que estás irritable o con enojo excesivo. Te sientes inútil y/o con culpa excesiva. Posees miedos irracionales o miedos que te impiden enfrentar algunas situaciones.
  5. Conducta: Sientes que no puedes controlar tus impulsos, como en momentos de enojo. Sientes que te falta energía. Estás teniendo dificultades para dormir. Has experimentado cambios en la alimentación o preocupación por el peso o imagen corporal. Utilizas alcohol u otras sustancias para lidiar con el día a día. Te haces daño como cortes, quemaduras, rasguños u otro tipo de conductas que te dañan. Has tenido intentos suicidas.
  6. Pensamientos: No puedes dejar de pensar en situaciones que te generan malestar. Sientes que tienes exceso de preocupaciones. Tienes dificultades para pensar o concentrarte. Sientes que has perdido el control de las cosas. Has tenido ideas de querer desaparecer o morir.
  7. Eventos: Has experimentado duelos como la muerte de algún familiar o ser querido. Has pasado por separaciones importantes como términos de relación o divorcios de padres. Viviste eventos traumáticos pasados o presentes. Hay un diagnóstico de una enfermedad de algún familiar o propia. Has tenido cambios importantes en la vida, que dificultan adaptarte. Has vivido situaciones de violencia, maltrato o abuso físico y psicológico. Has atravesado por dificultades académicas o laborales. Has tenido situaciones que te han generado estrés.

Si bien estas son algunas de las razones por las cuales es necesario asistir a psicólogo(a), estas no se agotan acá. Cada persona es única y puede haber motivos múltiples o diferentes.

Si deseas obtener orientación enfocada a alguno de los motivos anteriores o en tu situación particular, solicita una cita con una psicóloga del equipo en bit.ly/orientacionDave y te entregaremos el cupo más próximo disponible, de acuerdo a tus tiempos.