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Acreditación Institucional

AVANCES EN RELACIÓN A PROCESO DE ACREDITACIÓN ANTERIOR

Antecedentes

Conocido el resultado del proceso de acreditación institucional 2008, la Universidad se abocó a un examen exhaustivo de todas las debilidades y fortalezas derivadas de él. Éstas quedaron consignadas en el Acuerdo N°42 de la Comisión Nacional de Acreditación, fechado 9 de diciembre del año 2008.

Con posterioridad, la CNA emitió el Acuerdo N°61, en respuesta al Recurso de Reposición14 presentado por la Universidad, ratificando algunos juicios y modificando otros. Ambos documentos configuraron una hoja de ruta, desde la cual la se abordó la superación de las debilidades ahí señaladas.

En aquella ocasión la Universidad Central de Chile fue acreditada por 4 años, lo que da cuenta de un proceso de madurez y desarrollo institucional en vías de consolidación.

Es importante destacar que en el proceso 2008, la Comisión Nacional de Acreditación, destacó y valoró los avances institucionales desarrollados por la Universidad. De ahí que las debilidades consignadas, apuntan a fortalecer aspectos que se encontraban implementados y que requerían a esa fecha ajustes que permitieran operacionalizar las estrategias institucionales.

Es así como en aquella oportunidad se destacaron, en el Área de Gestión Institucional, la definición clara de sus propósitos, metas y objetivos institucionales; la capacidad de la Universidad para mejorar su calidad y avanzar consistentemente hacia el logro de sus propósitos; el manejo adecuado de los recursos financieros; la solidez del proyecto institucional; la estructura organizacional, entre otros aspectos (CNA, Acuerdo de Acreditación N°61, pág. 8)

Por su parte en el Área de Docencia de Pregrado, se destacó positivamente, la existencia de propósitos y políticas claras que orientan la gestión de la docencia; el nuevo Proyecto Educativo y sus soportes académicos, financieros y tecnológicos; el proceso de rediseño curricular; la estructura de gestión académica; la política de selección y contratación de académicos; el sistema integrado de evaluación de la docencia; la política de perfeccionamiento efectivo del personal académico; las políticas y mecanismos de aseguramiento de la calidad de la docencia, entre otras materias (CNA, Acuerdo de Acreditación N°61, págs. 9-10)

Para la Universidad, la calidad de la formación que se ofrece a los estudiantes es un principio rector y un elemento central en la gestión institucional. Por lo mismo, la acreditación se entiende en el marco de una cultura de autoevaluación permanente, que pone en primera línea la revisión de las políticas, mecanismos y prácticas en pos de garantizar la calidad de la formación que la Institución ha comprometido ante la sociedad, a través de su Misión.

La práctica de sistematizar información, consultar la perspectiva de los actores claves internos y externos de la comunidad universitaria, y analizar el contexto y sus variaciones, implica un proceso de autorreflexión crítica que ha generado unsignificativo aprendizaje institucional.

Este análisis llevó a la generación de un Plan de Mejoramiento 2009 – 2012, articulado en ocho ámbitos institucionales de trabajo, que se hizo cargo de las debilidades consignadas en los citados Acuerdos de la CNA. Asimismo, este Plan se empalmó con el proceso de Planificación Estratégica, del cual emanó el Plan Estratégico Corporativo 2010-2015.

Ello implica que estas acciones de mejora no se desarrollaron aisladas del contexto institucional, sino que estaban asociadas a la gestión de Rectoría, las Vicerrectorías, Facultades y Carreras. Este contexto explica los focos de priorización, el alineamiento con la gestión estratégica y las necesarias adecuaciones, dada la dinámica vida institucional.

El Plan de Mejoramiento 2009 – 2012 se propuso el diseño de estrategias y acciones tendientes a abordar las debilidadesde manera articulada, generando con ello mecanismos de seguimiento, monitoreo y evaluación de cumplimiento.

 

Conclusiones

Como se puede apreciar, la Universidad ha desarrollado avances significativos en el período 2009 – 2012, en relación al proceso de autoevaluación y acreditación anterior.

En el área de Gestión Institucional, la Universidad ha avanzado en la sistematización de información e indicadores, que permiten monitorear su gestión. Destaca aquí el rol de la Vicerrectoría de Desarrollo Institucional y la articulación existente entre la Dirección de Aseguramiento de la Calidad (dependiente de Rectoría) y la Dirección de Análisis Institucional.

Todo lo anterior ha posibilitado contar con información oportuna e integrada a través de sistemas de información, que proveen de antecedentes a las autoridades para conocer el estado de la organización y facilitar la toma de decisiones.

Desde el punto de vista autocrítico, habría que señalar que si bien los instrumentos para gestionar la información existen, su nivel de uso está más internalizado por las autoridades centrales que por el conjunto de las unidades académicas.

Un aspecto relevante ha sido el abordaje de las Sedes Regionales, puesto que varias de las observaciones apuntaban a la necesidad de homogeneizar las condiciones de operación de las sedes con relación a la Sede Central. A este respecto se puede señalar que ha sido materia de trabajo permanente de la Universidad, fortalecer la gestión en las Sedes y optimizar los canales de comunicación con los órganos de gobierno a nivel central, tanto unipersonales como colegiados.

En el plano material, se han mejorado las instalaciones de la Sede La Serena y si bien se resolvió el cierre de la admisión de pregrado en la Sede Antofagasta, se han garantizado las condiciones de trabajo adecuadas para el logro de los objetivos formativos.

Por su parte en el área de Docencia de Pregrado, podemos relevar los avances asociados al proceso de rediseño curricular, lo que ha permitido el alineamiento de todos los programas académicos en materia de diseño y evaluación.

Este proceso se enmarca en los ajustes que ha tenido la implementación del Proyecto Educativo, que ha especificado sus mecanismos de seguimiento y evaluación.

Lo anterior ha permitido delinear ejes focalizados de la gestión académica que van siendo monitoreados en su
comportamiento. Estos incluyen la gestión de la docencia, la calidad de la misma, la gestión del cuerpo académico, el currículum, la investigación y el proceso formativo propiamente tal.

Este ordenamiento se encuentra debidamente documentado, lo cual permite orientar de buena manera el trabajo de las Facultades y Carreras.

En síntesis, la Universidad ha recogido las observaciones emanadas de los Acuerdos N°42 y N°61 de la CNA y ha orientado acciones de mejoramiento pertinentes destinadas a resolver los principales nudos críticos ahí abordados.