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Reflexiones sobre la educación superior post pandemia

Finalizado el primer semestre en la mayoría de los planteles universitarios, teniendo un poco más de experiencia en la educación online y con resultados en la mayoría de los casos positivos, es momento de la discusión de fondo en términos de la educación superior en Chile, ¿para qué (nos) estamos educando?

Si la respuesta es, en su mayoría, para tener mayores ingresos al momento de trabajar, se está implificando la función educativa meramente a lo económico, pero dejando de lado otras cosas mucho más importantes. Ahora es cuando cada comunidad educativa debe definir una función dentro de la sociedad en la que está inmersa. La educación estandarizada no es la respuesta, deja de lado la multiculturalidad y heterogeneidad que existe hoy en todo curso en sus distintas expresiones, por lo tanto, hay que hacer hincapié al sello distintivo de cada territorio, pero también considerando el futuro de los y las estudiantes que hoy están en clases.

Además del futuro de las nuevas generaciones, debemos preocuparnos por el presente de la función docente, es decir, ¿lo estamos haciendo bien nosotros? Este confinamiento solo reflejó la arcaica manera de pensar una sala de clase, donde lo importante es la presencialidad, los contenidos y las calificaciones, pero a la vez nos dio la posibilidad de darle un vuelco a ello, centrándonos en las actitudes de estudiantes, sus experiencias, sus condiciones, pero también sus ganas de un mejor mañana.

Las clases en modalidad online nos obliga a repensar las cátedras, centrando ahora toda actividad en estudiantes, y buscando nuevas formas de evaluar sus desarrollos, donde no siempre se incluyen notas, y a veces solo queremos evaluar si aprendió o no, que debe ser el foco de toda educación.

Recordemos que la educación no está solamente en los salones de clases, que ahora se virtualizaron, sino que también está en cada relación que establecemos con nuestros pares, en el negocio de barrio cuando pedimos por favor, pero ahora, además, preguntamos como está.Cuando nos interesamos por otros.


Esa es la educación que hoy debe primar, la educación de nuestra población, y no solo la de nuestras matriculas. Pensar en nuestro trabajo como pilar de una sociedad que mañana será real, con problemas complejos sin respuestas estandarizadas, como la propia pandemia, y ahí debe ir el foco de la educación actual, así como las reflexiones sobre nuestros esfuerzos. Por tanto, nuestros y nuestras estudiantes, deben ser únicos y con sello local, para aportar a todos en un mundo globalizado, y nuestro trabajo es aportar lo que más se pueda para el éxito de ellos.