Es ser un agente transformador, capaz de contribuir al progreso social, al bienestar de las personas en el ámbito público y privado y al desarrollo pluralista del conocimiento sociológico, respetando los principios éticos de la profesión. Junto con la formación profesional en el ámbito de las ciencias sociales, la carrera promueve ciudadanos socialmente responsables, que generen impactos positivos en el bienestar de las personas en diferentes comunidades y organizaciones a nivel país.