La Planificación curricular se orienta en términos estratégicos y conceptuales por el Plan Estratégico Corporativo y por el Proyecto Educativo. Particular relevancia tienen en este proceso las orientaciones normativas contenidas en la Visión y Misión Institucional, y las definiciones conceptuales y metodológicas establecidas por ambos documentos.
En su desarrollo se involucra a diversos actores académicos y administrativos, quienes cautelan la adecuada articulación de los estándares de calidad académica definidos, con los requerimientos de medios y recursos necesarios para un proceso educativo exitoso.
Creación, Modificación o Cierre de Carreras.
La creación de nuevas carreras está normada por lo establecido en la Circular N°005/2002, acerca de la "idea de apertura de una nueva carrera o programa". El origen de la iniciativa puede estar en una Facultad o en la Rectoría. La propuesta puede también incluir la creación de nuevas carreras en las sedes o una extensión a ellas de las ya existentes en Santiago (o a la inversa).
En una primera instancia, la idea de aprobación de una nueva carrera debe ser sometida a la consideración del nivel directivo de la Facultad respectiva y de la Rectoría.
En el proceso de diseño curricular, y en particular, en la construcción del Perfil de Egreso, del Plan y de los Programas de Estudio, se cuenta con el apoyo de la Vicerrectoría Académica. El proyecto debe elaborarse en base a una guía de trabajo que permite desarrollar las etapas requeridas y especificadas Circular 005/2002.
La propuesta de apertura de nuevos programas se formaliza mediante la entrega de un informe a la Junta Directiva, también acorde a las indicaciones contenidas en la ya mencionada Circular.
Una vez que la nueva carrera ha sido aprobada por la Junta Directiva, dejando constancia en el acta respectiva, la Rectoría procede a formalizarla por la vía de una Resolución de apertura de carrera, que sanciona además el Plan de Estudios correspondiente.
En lo que respecta a las modificaciones de la estructura curricular de una carrera, el procedimiento seguido es similar, dependiendo de los niveles que dichas modificaciones representan, y son aprobadas por la Rectoría.
Cuando una carrera no da los resultados esperados y una vez agotadas todas las posibilidades de desarrollo, se procede al cierre de la admisión. También en este caso, una decisión como ésta debe ser aprobada por la Rectoría y la Junta Directiva.
La decisión de cierre de una carrera implica asegurar que los estudiantes que permanecen cursándola dispongan de la oferta educativa que señala su plan de estudios, con iguales niveles de calidad que en la oferta vigente. Para ello se procede a la preparación de una carta de trabajo y a un plan de cierre.
Este es el caso, por ejemplo, del cierre de la admisión a pregrado en la Sede Antofagasta. Al momento de tomar e informar la decisión, se realizó una reunión con todos los profesores y alumnos de la Sede, se firmó un protocolo de cierre con los alumnos y se elaboró un plan que ha guiado el trabajo académico hasta hoy.
Diseño Curricular de Carrera
A partir del año 2005, la Universidad decidió avanzar en el diseño de sus carreras de acuerdo a un enfoque por competencias, para lo cual se realizaron un conjunto de definiciones metodológicas y se construyeron instrumentos de apoyo.
Estas definiciones e instrumentos abarcan aspectos tales como: i) Construcción y validación del perfil de egreso, ii) Estructura curricular por enfoque por competencias, iii) Planes de Estudios por competencias, y iv) Diseño de Asignatura por enfoque por competencias.
En los últimos años, la creación de nuevas carreras, como es el caso de Enfermería, Terapia Ocupacional y Tecnología Médica, se ha visto facilitada por la experiencia adquirida en el rediseño curricular de las carreras existentes.
El diseño de una carrera está a cargo de la Facultad respectiva. Ésta define el equipo de trabajo que se encargará de llevar adelante la iniciativa, a fin de poder presentarla a las autoridades superiores para su evaluación y eventual aprobación.
La propuesta debe contener los elementos que permitan formarse un juicio adecuado respecto de la pertinencia de la nueva oferta. Estos elementos son: i) la fundamentación del Programa, ii) un análisis de la viabilidad del Programa y su participación en el área problemática, iii) una investigación del mercado ocupacional del futuro profesional o profesional en ejercicio, iv) una investigación de las instituciones nacionales y/o extranjeras que ofrecen programas afines a la propuesta, v) el análisis de los principios y lineamientos universitarios pertinentes, vi) un análisis de la población estudiantil que se busca, vii) la propuesta de Visión, Misión, y Perfil de egreso del profesional a formar, en congruencia con el Proyecto Educativo de la Universidad, viii) la organización y estructuración del currículum, ix) la evaluación del currículum, y x) el análisis de factibilidad, estudio económico y requisitos de infraestructura para su implementación.
Además de ello, se prepara un presupuesto para la carrera, que se integra a la discusión y proceso presupuestario general, en el momento que corresponde.
Durante todo el proceso de diseño, además de las orientaciones conceptuales e instrumentos metodológicos, se cuenta con el apoyo de la Vicerrectoría Académica y de la Dirección General Académica. Ambas dan soporte a las unidades, en todo lo requerido para la adecuada formulación del Plan de Estudio.
Asignación de Recursos a Carreras para Programas Antiguos y Nuevos
El proceso de asignación de recursos para la gestión de las carreras, ya sean éstas antiguas o nuevas, se inserta dentro del proceso presupuestario institucional.
Para llevar adelante la propuesta correspondiente, el Decano y Director de Escuela respectivo, en conjunto con la Vicerrectoría Académica y la Dirección General Académica, realizan un análisis presupuestario y una proyección de requerimientos. Elementos centrales de este análisis son, evidentemente, el ejercicio presupuestario histórico de las carreras y los estándares institucionales de implementación bibliográfica, tecnológica y de infraestructura.
Una vez que la unidad académica respectiva ha completado los formatos institucionales predefinidos para este proceso y que se cuenta con la evaluación positiva de la Vicerrectoría Académica, la documentación es remitida a la Vicerrectoría de Administración y Finanzas, para su revisión y aprobación.
En caso de existir observaciones, esta documentación es devuelta para su modificación y la Vicerrectoría Académica está mandatada para implementar los cambios que se requieran.