
Para efectos de una mejor comprensión, se ha dividido el perfil de egreso en dos partes. La primera corresponde a los ámbitos, áreas de dominio y recursos movilizables de las competencias genéricas de la formación pedagógica para todas las carreras de la Facultad de Ciencias de la Educación y la segunda, para la descripción y fundamentación de las competencias específicas de la especialidad.
AMBITO: Fundamentos de la Educación con una perspectiva inclusiva.
COMPETENCIA: Genera, implementa y evalúa prácticas educativas fundamentadas en las Ciencias de la Educación, desde una perspectiva inclusiva.
AMBITO: Comunicación Pedagógica y nuevas Tecnologías en Educación.
COMPETENCIA:Genera interacciones para distintas audiencias y contextos que favorezcan el aprendizaje, utilizando diferentes tipos de lenguajes y recursos comunicacionales.
AMBITO: Formación ciudadana y pensamiento crítico.
COMPETENCIA: Promueve la participación ciudadana desde la base del pensamiento crítico para la democratización y la valoración de los Derechos Humanos en el contexto educativo.
AMBITO: Investigación Educativa.
COMPETENCIA:Desarrolla proyectos de investigación que incidan en la mejora, conceptualización e implementación de la práctica educativa.
Las Competencias Específicas de la Escuela de Educación Básica
El sello de nuestra escuela está plasmado en el perfil de egreso, este está conformado por cuatro competencias genéricas y dos de especialidad. Tal como se ha señalado previamente, las competencias genéricas de la Facultad de Ciencias de la Educación son transversales a todas sus carreras y nos dota de una formación con pilares comunes. Las competencias específicas, ponen énfasis en los focos que cada escuela desea trabajar para plasmar su sello característico.
La escuela de Educación General Básica ha desarrollado dos competencias específicas del perfil de egreso, basándose en elementos fundamentales para la formación de los profesionales de Educación Básica:
ÁMBITO: Clima del Aprendizaje en diversos contextos culturales educativos
COMPETENCIA: Promueve ambientes pedagógicos socio-culturales y emocionales como base del aprendizaje en la Educación Básica.
Este ámbito busca desarrollar competencias que permitan a las y los profesores(as) en formación, comprender que un ambiente de aula, con características socio-culturales y emocionales positivas, son la base para desarrollar un proceso de enseñanza – aprendizaje auténtico y efectivo.
En este sentido, en el contexto de la Educación Básica, se deben favorecer las actividades de aprendizaje, con enfoque lúdico, concepciones holísticas e integradoras, entre otras. En el caso particular de esta Escuela formadora de profesores básicos, se valora una pedagogía que resinifique la acción cotidiana en la sala de clases generando espacios de confianza y participación en un ambiente que cautele el respeto y la inclusión de la comunidad, a través de una "educación emocional, acentuando que es una capacidad que se aprende y que tiene por finalidad aumentar el bienestar personal y social.
Fundamentación de la competencia
Por otra parte, Casassus (2003) en el libro "La escuela y la desigualdad", resultado del estudio realizado en su calidad de experto de la UNESCO, donde se compara por primera vez la situación educacional en América Latina y cuyo foco fue mostrar, partiendo de los datos propios de la región, que existen algunas variables cruciales que afectan los resultados de la educación y que son por ende generadoras potenciales de desigualdad. En sus conclusiones señala que "...El proceso más importante es el clima emocional que se genera en el aula..." y además el autor, citando a Touraine (1997), indica que "la importancia de esta dimensión... buscan, mediante una nueva educación del sujeto, la superación de las desigualdades de hecho, mediante la consideración de la persona en sus dimensiones cognitivas y emocionales, para su desarrollo personal e interrelacional."
En consecuencia, la escuela debiera ser un lugar que otorgue seguridad, que confirme en su identidad a cada niño, puesto que en ese estado, y sólo en ese estado los aprendizajes serán significativos; ya que formarán parte del proceso de significación personal que cada uno le atribuya.
ÁMBITO: Formación Profesional
COMPETENCIA: Lidera procesos de aprendizaje en contextos diversos de la Educación Básica
Este ámbito está relacionado con la capacidad del profesor y profesora de liderar los procesos de enseñanza aprendizaje en contextos diversos.
Para esta escuela, un profesor o profesora competente, es aquel que a partir del conocimiento del contexto particular y la reflexión sobre los aprendizajes de sus estudiantes, es capaz de analizar la situación desde distintos enfoques y modelos pedagógicos, organizando los contenidos de acuerdo a los saberes previos de sus estudiantes, liderando procesos de aprendizaje en contextos diversos, evaluando y evaluándose permanentemente en un proceso de reflexión acción sistemático.
Para Lily Orland (2000), un buen profesional es aquel que se enfrenta a su práctica pedagógica como un investigador, donde permanentemente identifica un dilema que se genera en ese contexto particular del aula y que se somete a un círculo reflexivo para, con él y en él, desarrollar el proceso de enseñanza aprendizaje. En este sentido la práctica docente debe basarse en el contexto donde se realiza.
Fundamentación de la competencia
En este sentido Giroux (1999) indica, "La visión de los profesores como intelectuales proporciona, además, una fuerte crítica teórica de las ideologías tecnocráticas e instrumentales subyacentes a una teoría educativa que separa la conceptualización, la planificación y el diseño de los currículos de los procesos de aplicación y ejecución. Hay que insistir en la idea de que los profesores deben ejercer activamente la responsabilidad de plantear cuestiones serias acerca de lo que ellos mismos enseñan, sobre la forma en que deben enseñarlo y sobre los objetivos generales que persiguen. Esto significa que los profesores tienen que desempeñar un papel responsable en la configuración de los objetivos y las condiciones de la enseñanza escolar.
Semejante tarea resulta imposible dentro de una división del trabajo en la que los profesores tienen escasa influencia sobre las condiciones ideológicas y económicas de su trabajo. Este punto tiene una dimensión normativa y política que parece especialmente relevante para los profesores. Si creemos que el papel de la enseñanza no puede reducirse al simple adiestramiento en las habilidades prácticas sino que, por el contrario, implica la educación de una clase de intelectuales vital para el desarrollo de una sociedad libre, entonces la categoría de intelectual sirve para relacionar el objetivo de la educación de los profesores, de la instrucción pública y del perfeccionamiento de los docentes con los principios mismos necesarios para desarrollar una ordenación y una sociedad democrática.