Tanto es así, que las creencias de autoeficacia constituyen una fuerza poderosa que incide en el campo conductual, actitudinal y relacional de profesores y estudiantes. Dicho de otra manera, se encuentran vinculados con la confianza del profesor para promover el aprendizaje y motivación en los estudiantes. De modo que un profesor con férreas creencias de autoeficacia no sólo tendrá la motivación, las expectativas y la claridad en los objetivos o metas, sino que además, un buen concepto de los estudiantes para generar reacciones positivas hacia el aprendizaje y la enseñanza. Más aún, los profesores con creencias de autoeficacia positivas, muestran mayores niveles de planificación y organización en sus clases. Además, manifiestan receptividad a nuevas ideas, empleando metodologías innovadoras; actuando con firmeza, persistencia y resiliencia ante los obstáculos de la cotidianeidad en los diversos escenarios en donde imparten clases. Estos profesores empatizan e invitan a los estudiantes a mejorar sus debilidades y a potenciar sus fortalezas.
Una educación de calidad se ve influenciada por diversos factores, pero enseñar y generar aprendizajes es un acto de servicio y afecto hacia otros, donde el rol profesional requiere creer, independiente de los obstáculos o dificultades, en el desarrollo de las capacidades y talentos personales. Por lo anterior, potenciar las creencias de autoeficacia en los profesores del sistema educativo, en los futuros profesores y en los profesores universitarios, debiese contemplarse en las políticas educativas emanadas desde el nivel central.
Carmen Gloria Covarrubias
Académica
Ucentral Región de Coquimbo