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(Opinión) Automatización, la revolución industrial del siglo XXI

El foro Económico Mundial publicó recientemente que los nuevos escenarios ante la potencial pérdida de empleos que afectarán entre 400 y 800 millones de personas serán a causa de la automatización. Según el informe el 29% de las tareas laborales son realizadas por una máquina. Debido a los avances tecnológicos, en 2025 esta cifra significaría la pérdida de 75 millones de empleos.

A mediados del siglo XVIII con la Revolución Industrial en Gran Bretaña, que se extendió por parte de Europa y parte de América, probablemente sea el mayor cambio económico, tecnológico y social que vivió el mundo. Un gran punto de inflexión que provocará también un gran cambio en la historia de la humanidad, el reemplazo de las máquinas y la tecnología en los puestos de trabajo, será una gran revolución ya que sus efectos y consecuencias en lo social, tecnológico y económico ya está claramente direccionado.

Podemos pensar entonces que la fuerza laboral en el mundo debería bajar en un 50% al 2055 como lo señalan algunos estudios, sin embargo, la reflexión en mayor aún, debemos pensar en ocuparnos de cómo generar una reconversión y dejar de preocuparnos de las consecuencias. Como todos los cambios importantes en la historia de la humanidad este no será fácil teniendo en cuenta que las empresas producto de la búsqueda de la eficiencia de las operaciones han decidido cambiar funciones de personas por sistemas automatizados que aumentan las utilidades.

Para no ponerse a pensar desde ahora qué haremos es mejor empezar a trabajar en lo que seguirá siendo humano por siempre. En el modelo de recursos humanos, el liderazgo participativo, la comunicación efectiva y la motivación constante siguen siendo emociones puras, que dan incluso mayor relevancia a las conductas de éxito laboral, ya que somos capaces de ir un paso más allá sin tener que ser programados.

Una última reflexión necesariamente pasa por entender que hoy los países tienen menor tasa de nacimiento, podría ser que en el futuro no se necesite mayor mano de obra operacional. Las carreras técnicas y profesionales deberán también cambiar su dirección y buscar la profesionalización en actividades que sean de directo beneficio de las personas y su medio ambiente. No se ve al final del camino la posibilidad de tener sólo conocimientos específicos; el mundo nos pide ser más interdisciplinarios. Es por eso que los sistemas sociales de previsión, salud, de desarrollo social y humano deben cambiar empezando por la educación primaria ya que es la portadora de las herramientas que cambiarán a la humanidad. Las universidades donde se construye el conocimiento y la investigación deben ser formadores de profesionales multidisciplinarios capaces de enfrentar con éxito el futuro.

 

Juan Alberto Rojas R.
Dir. Ingeniería Comercial
UCentral Región de Coquimbo