Jueves 29 de Diciembre de 2011
La publicación del periodista y profesor, Héctor Velis-Meza, permite aumentar el vocabulario.
365 días para enriquecer su lenguaje” es el título que apareció esta semana en las librerías; tiene como finalidad ayudar a incrementar el escaso vocabulario que registra el chileno, lo que según numerosos estudios dificulta la comprensión de lectura. El autor es el periodista y profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad Central, Héctor Velis-Meza, quien hace un par de años, comenzó en nuestra universidad un plan de mejoramiento del lenguaje con resultados muy positivos para alumnos de las facultades de Comunicación y de Ciencias Económicas y Administrativas.
El académico cuenta que “en particular este año, el rendimiento ha sido mejor que el de la temporada pasada, porque el tiempo me ha ido permitiendo perfeccionar los instrumentos de aprendizaje y evaluación. La idea es la de crear el hábito de incorporar semanalmente 16 palabras al vocabulario habitual y evaluar su conocimiento y uso de manera periódica. Al principio -agrega- los resultados son malos pero, tras un mes, el rendimiento comienza a mejorar ostensiblemente. En la mayoría de los casos, los estudiantes terminan respondiendo un 90 por ciento de las preguntas”
El nuevo libro de Velis-Meza replica la experiencia universitaria, pero lo hace bajo la modalidad de la autoayuda. Se inicia con un test de diagnóstico, que le permite al lector evaluar en qué estado se encuentra su vocabulario. Luego propone aprender una palabra diaria y el volumen ofrece el significado y la historia de un vocablo para cada día.
“Cinco minutos diarios en la mañana y cinco minutos en la noche son suficientes para alcanzar dos objetivos -explica Velis-Meza-. El primero es el de aprender una palabra útil y usarla durante la jornada de trabajo o estudio, intercalándola en las conversaciones y el segundo es el de crear un sencillo hábito de estudio. En la mañana, antes de levantarse, se lee el significado de la palabra y en la noche, al acostarse, se vuelve hacer lo mismo, a modo de repaso. El método solo le pide diez minutos al día a la persona interesada en mejorar su expresión oral y escrita”.
El académico universitario es un convencido que un vocabulario amplio mejora la expresión oral y permite redactar con fluidez, naturalidad, precisión y claridad.
Para comprobar cómo se va enriqueciendo el léxico, cada 60 palabras se incluyen ejercicios de autoevaluación y, al final, se agregan cuatro pruebas para repasar los conocimientos que se adquirieron en un año. El autor no recomienda estudiar más de una palabra diaria, porque la idea es aprender gradualmente, sin presión y sin apremios de ninguna naturaleza. “Por supuesto, que para que el método funciones se recomienda usar las palabras que se aprenden, para que no se olviden”, recomienda con elocuencia el autor.
“365 días para enriquecer su lenguaje” fue preparado con la idea de mantenerlo en el velador para consultarlo diariamente, como se hacía con los antiguos breviarios que ofrecían consejos, sugerencias e historias morales para enfrentar una jornada. En este caso, “aprender una nueva palabra al día, con el tiempo, podría significar en una persona un cambio decisivo en su capacidad para entender lo que lee y en sus habilidades comunicativas”, sentencia convencido Velis-Meza.