 
                Lunes 20 de Octubre de 2025
El seminario internacional “Inteligencia Artificial y Grupos Minoritarios: Dilemas y Desafíos Socio-Jurídicos, Criminológicos, Éticos y Socioculturales”, organizado por el Centro de Investigación Sociojurídica, Criminológica y Ética (CISCE) de la Universidad Central de Chile, reunió a destacados especialistas de Francia, Italia, Argentina, Costa Rica y Chile para debatir sobre los impactos de la IA en los derechos humanos y la inclusión.
 
                    
                    
                      
                    
                    
                    Durante los días 16 y 17 de octubre, la Universidad Central de Chile fue sede del seminario internacional: Inteligencia Artificial y Grupos Minoritarios, Dilemas y Desafíos Sociojurídicos, Criminológicos, Éticos y Socioculturales. En la instancia se reunió a investigadores y académicos de distintos países con el propósito de fomentar el diálogo interdisciplinario entre Francia y América Latina en torno al uso ético y responsable de la inteligencia artificial.
El encuentro, organizado por el Centro de Investigación Sociojurídica, Criminológica y Ética (CISCE), se desarrolló a través de diversas mesas temáticas que abordaron tópicos como los marcos regulatorios en derechos humanos, salud y grupos minoritarios, la gestión de datos, la movilidad territorial y los dilemas éticos en torno a la expansión tecnológica.
“La inteligencia artificial ha experimentado un crecimiento exponencial, transformando nuestra vida cotidiana, pero también planteando dilemas éticos que debemos abordar con responsabilidad y enfoque humanista”, señaló el vicerrector académico de la Universidad Central, Emilio Oñate Vera, durante la inauguración. “Uno de los mayores desafíos está en evitar los sesgos algorítmicos y en garantizar la transparencia y rendición de cuentas de estos sistemas”, añadió.
La actividad contó con la participación de académicos provenientes de universidades de Francia, Italia, España, Costa Rica, Argentina y Chile, quienes reflexionaron sobre la necesidad de construir una inteligencia artificial centrada en las personas. En ese marco, la Dra. Anne-Marie Duguet, de la Universidad de Toulouse, destacó que “el acceso equitativo a la salud debe seguir siendo una prioridad en la era de la inteligencia artificial, especialmente para los grupos vulnerables”.
Por su parte, el Dr. Carlos Valerio, de la Defensoría de los Habitantes de Costa Rica, planteó que “los datos son el corazón de la inteligencia artificial, pero también el punto más sensible en términos de derechos y discriminación”.
La directora del CISCE, Dra. Carolina Valdebenito, valoró la relevancia de este primer encuentro internacional realizado en la U. Central. “Esta instancia es un paso decisivo para consolidar una red de investigación que promueva la colaboración entre Europa y Latinoamérica, con Chile como articulador de un diálogo académico y ético sobre el futuro de la inteligencia artificial”, sostuvo.
El evento incluyó también la intervención del machi Aniceto Lleuful, quien aportó una mirada espiritual y humana sobre la tecnología: “La inteligencia artificial necesita más espiritualidad, más sentido común y más amor. Si la usamos desde el corazón, puede tener un buen fin”.
Finalmente, Patrick Flot, consejero de cooperación cultural y director del Instituto Francés de Chile, destacó que este seminario “es una muestra concreta de la cooperación activa entre Francia y Chile en el ámbito académico y científico, abriendo nuevas oportunidades de investigación y formación conjunta”.
El encuentro concluyó con la exposición del profesor Samuel Fernández, ex embajador de Chile en El Cairo y miembro de la Honorable Junta Directiva de la U. Central, quien destacó la necesidad de mantener una mirada ética y humana frente al avance tecnológico: “La inteligencia artificial es una herramienta extraordinaria, pero debe ser guiada por el pensamiento y los valores humanos. Las máquinas no piensan, pero son alimentadas por quienes sí lo hacemos. El desafío está en integrar no solo la razón, sino también los sentimientos, para que la tecnología contribuya al entendimiento y no a la confrontación. Este seminario nos invita justamente a reflexionar sobre cómo humanizar la inteligencia artificial desde la ética y la cooperación”.