
Martes 6 de Mayo de 2025
Por: Rudy Barría Sáez Kinesiólogo. Académico de la carrera de Kinesiología de la Universidad Central de Chile.
El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes a nivel mundial, según la Iniciativa Mundial para el Asma (GINA), el asma afecta a 260 millones de personas y genera la muerte de 450.000 mil personas, las cuales se pueden prevenir con un buen tratamiento. En Chile, según la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratoria (SER), se estima que entre un 7% a un 10% de la población ha sido diagnosticada con asma, lo que equivale a aproximadamente 1.400.000 a 2.000.000 de personas. En niños escolares el asma tiene una prevalencia entre un 10% a un 15% según Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE), siendo los adolescentes de 14-15 años lo principales afectados. En los últimos años las hospitalizaciones de menores de 5 años han aumentado de un 2.4 a un 7.6 por cada 10.000 habitantes, pero la mortalidad a consecuencia del asma ha disminuido considerablemente, lo anterior se debe al trabajo que realiza la salud pública y privada en pesquisar, controlar y entregar el tratamiento adecuado.
Pero, ¿qué es el asma? El asma es una enfermedad crónica que afecta principalmente las vías respiratorias. En las personas con asma, estás vías se inflaman y se estrechan, lo que dificulta el paso de aire y la respiración, lo anterior puede causar los clásicos síntomas como tos, sibilancias (silbido al respirar) y sensación de falta de aire (disnea). Ocurre cuando nuestras vías respiratorias se exponen a ciertos elementos (alérgenos) que pueden desencadenar la inflamación y estrechez de las mimas. Estos alérgenos pueden ser cualquier cosa, pero los más comunes son: pelo de animales, polvo, polen y humo de tabaco.
El asma afecta a personas de todas las edades, pero suele comenzar en la infancia y puede aumentar el riesgo de padecer asma si uno tiene familiares que presenten la condición, la exposición mantenida a humo o sustancias irritantes desde pequeño o al haber presentados cuadros respiratorios repetitivos desde pequeño. Lamentablemente esta enfermedad no tiene cura, pero con la educación, control y tratamiento adecuado, las personas pueden llevar una vida normal y activa. Las principales medidas para controlar esta patología son asistir al broncopulmonar, vacunarse contra las enfermedades respiratorias y mantener el ambiente libre de alérgenos.
En nuestro país, la atención primaria juega un rol importante en el diagnóstico, prevención, control y tratamiento del asma, permitiendo a las personas que se sospecha o sufren de asma, tener acceso gratuito a una espirometría (examen para diagnosticar el asma), charlas de educación sobre la enfermedad, llevar un adecuado seguimiento, prevenir complicaciones y dar cobertura a los tratamientos farmacológicos necesarios para controlar y evitar complicaciones.
En el marco del Día Mundial del Asma, es importante recordar que el manejo del asma no solo depende de los medicamentos, sino también de un enfoque integral que incluya la rehabilitación respiratoria. Desde la kinesiología, se brinda una intervención vital que mejora la calidad de vida de los pacientes asmáticos, enfocándose en técnicas de respiración, ejercicios físicos adaptados y estrategias de manejo del estrés. Estos enfoques permiten reducir la frecuencia y la gravedad de los episodios asmáticos, optimizando la función pulmonar y promoviendo la autonomía del paciente en su vida diaria.