
El proyecto vigente desde el año 2018, inició el año 2025 con nuevos talleres.
En una sociedad donde el envejecimiento suele ir acompañado de estigmas y aislamiento, la Universidad Central de Chile ofrece una alternativa transformadora: el Aula de Mayores “Angélica Franzani”, un espacio diseñado para fomentar el envejecimiento activo, la educación continua y la integración intergeneracional.
Esta iniciativa de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, a la cual se han sumado la carrera de Pedagogía en Inglés y Arquitectura del Paisaje, abrió nuevamente sus puertas en la última semana de marzo, coincidiendo con el inicio de clases del alumnado de pregrado. Este 2025, el Aula de Mayores cuenta con alrededor de 50 participantes distribuidos en distintas actividades y talleres, todos mayores de 60 años motivados por seguir aprendiendo, sin más requisito que las ganas de participar.
La profesora Doris Sequeira, coordinadora del programa, destacó que al curso de pregrado Integrado en Terapia Ocupacional en Personas Mayores impartidos por la profesora Verónica Guerra y el profesor Bryan Hernández y Mindfullnes impartido por el profesor César Escobar de Psicología, “se agregaron talleres como Inglés, Uso del Smartphone y Tips para vivir 100 años, todos diseñados especialmente para personas mayores, y por primera vez contamos con la asignatura de pregrado Ciencia Entretenida”. Esta nueva asignatura, impartida por el académico Juan Carlos Araya, pertenece a la carrera de Tecnología Médica y se desarrolla como un electivo de formación general. “El taller busca conectar a las personas mayores con las ciencias a través de experiencias prácticas, como la elaboración de productos cosméticos. Ha sido notable ver cómo se ha generado un aprendizaje bidireccional entre estudiantes y personas mayores”, comentó el académico.
Otra experiencia enriquecedora proviene del curso de “Reproducción y Mantención de Plantas” de la carrera de Arquitectura del Paisaje, dirigido por la profesora Gabriela Saldías. A través de cuatro talleres prácticos, que se realizarán durante el primer semestre en viveros y jardines del campus, se promueve el bienestar mediante el cultivo y cuidado de plantas. “La primera clase fue un éxito. Hubo una conexión genuina entre los estudiantes y los adultos mayores, quienes compartieron experiencias personales, conocimientos y mucho entusiasmo”, relató académica.
La participación activa de estudiantes jóvenes en estas actividades no solo refuerza sus conocimientos, sino que también potencia habilidades como la empatía y la solidaridad. “Nos sentimos nerviosos al principio, pero fue muy reconfortante darnos cuenta de que podíamos acompañar a las personas mayores en su proceso de aprendizaje”, compartieron algunos estudiantes tras la primera jornada.
Además de los talleres, se están realizando evaluaciones nutricionales a cargo de la docente Astrid Manríquez de la carrera de Nutrición y Dietética. Con cada nueva clase, taller y conversación, se confirma que el aprendizaje no tiene edad y que la vejez puede ser una etapa activa, creativa y profundamente enriquecedora.