Jueves 29 de Mayo de 2025
La ceremonia representa el paso formal desde la formación en aula hacia la práctica disciplinaria.
En una emotiva ceremonia celebrada en el Aula Magna, los y las estudiantes de Nutrición y Dietética vivieron un momento muy especial en su formación: la investidura, que representa el paso formal desde el aprendizaje en el aula hacia la práctica profesional. Familiares, amigos, el cuerpo académico y las autoridades de la facultad acompañaron esta celebración que simboliza el compromiso de los estudiantes con su futuro rol en la salud y el bienestar de la comunidad.
La decana Gisela Alarcón Rojas, inició la actividad felicitando y agradeciendo a las familias por el acompañamiento en el proceso de formación, haciendo un llamado a los futuros profesionales destacando los valores fundacionales de la universidad, que incluyen el respeto a la democracia, los derechos humanos, la inclusión y la diversidad. “Estos principios se reflejan en la formación de los futuros equipos de salud, quienes tienen la misión de construir una mejor salud para nuestro país”, señaló.
En tanto, la directora de la carrera, Javiera Yáñez, destacó el crecimiento sostenido de la disciplina desde su inicio en 2017, “la carrera ha experimentado un gran avance desde sus inicios el año 2017, que no solo mide en cifras, sino en el crecimiento académico, humano y profesional que cada uno y una de ustedes ha demostrado”, afirmó. Añadió que los futuros nutricionistas cuentan con una mirada humanizada, y aseguró que el equipo académico continuará acompañándolos y apoyándolos en cada etapa.
Para Carolina Rojas, estudiante investida, el uniforme recibido simboliza el inicio de una nueva etapa: “El uniforme que hoy se coloca sobre los hombros no es un símbolo de llegada, sino de comienzo de una etapa más cerca al ejercicio profesional, más consciente del impacto que cada decisión puede tener, comienzo de una vocación que se asume con orgullo y vocación.”
Asimismo, Andrea Cordero, estudiante de segundo año, reconoció que este hito representa un compromiso profundo con las personas: “Alimentar no es solo nutrir el cuerpo, también es cuidar, educar, abrazar historias, respetar culturas y caminar al lado de quienes luchan por sentirse mejor.”
Constanza Alcayaga, cursa el tercer año y subrayó la relevancia social de la carrera: “A través de nuestra formación tenemos la posibilidad de mejorar la calidad de vida de comunidades enteras, de acompañar procesos de salud con empatía y de educar desde la prevención. Hoy no solo celebramos un avance académico, sino que honramos el compromiso de un grupo que ha decidido poner su tiempo, energía y corazón al servicio del otro.” Para Gloria Urrutia, señalo con emoción, que “esta ceremonia nos recuerda que todo esfuerzo tiene frutos, que lo que hoy parece difícil, mañana será motivo de orgullo”.
La ceremonia concluyó con la promesa realizada por los estudiantes, reafirmando su compromiso ético y vocacional para ejercer con excelencia y humanidad.