
"La generación que este 2013 ingresa a la UCEN -señaló la Decana(i) Juana Crouchet al dirigirse a los nuevos estudiantes matriculados en FACSO- encuentra a nuestra Universidad en un momento de madurez y cambio que nos permite acogerlos, como institución y en cada facultad, con la alegría de saber que somos una propuesta sólida en lo académico, flexible en lo organizacional y abierta a aprender y cambiar junto a quienes optaron por esta Casa de Estudios para construir su futuro profesional".
Trescientos setenta nuevos estudiantes de pregrado ingresaron este año a las sedes de Santiago y la Serena de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCEN. La recepción de los futuros psicólogos, sociólogos y trabajadores sociales marcó un hito en FACSO ya que, con la dirección de la Coordinadora de Licenciatura de la Escuela de Psicología, Carolina Pezoa, quien trabajó en conjunto con los tres Centros de Estudiantes y el apoyo de la Secretaria de Facultad Nancy Thomann, fue desarrollado un extenso programa de recepción de nuevos alumnos que comenzó el lunes 11 de marzo, con la bienvenida del Rector en el acto central de la UCEN, y culminó bien pasadas las 18.00 horas del Martes 12 con el "Sensorama", actividad que en esta facultad desarrollan hace más de 15 años los estudiantes de los últimos cursos de cada carrera, para acoger a sus nuevos compañeros.
RITO INICIATICO
El "Sensorama" es una experiencia lúdica y básicamente kinésica, a través de la cual los alumnos antiguos intentan hacer sentir a los estudiantes nuevos que el ingreso a la universidad los involucra integralmente, no sólo en el ámbito intelectual sino también en los afectos, emociones y percepciones.
Para producir esta experiencia, se coordinan los tres Centros de Estudiantes de FACSO, generando espacios en distintas salas de clases y creando actividades en las cuales los recién ingresados son conducidos por estudiantes de cursos superiores que los acompañan y guían en una interacción básicamente sin palabras. La vivencia fue descrita así por un mechón: "Éramos muchos viviendo la misma experiencia, pero estoy seguro que para cada uno fue distinta. Sentimos y aprendimos cosas distintas pero, sobre todo, nos sentimos protegidos, seguros, acogidos, invitados a algo más que convertirnos en profesionales. Tenemos que ser buenas personas para nosotros y otros. De eso se trata el Sensorama con que reciben a los mechones en la FACSO."