Click acá para ir directamente al contenido

Jueves 22 de Diciembre de 2011

Estudio de la FACSO sobre masculinidad traspasa fronteras

Se vislumbra que las transformaciones sociales, culturales e individuales estarían generando una serie de malestares que no logran una fácil salida ni resolución.

En el V Congreso l’AMEGH (Academia Mexicana de Estudios de Género de los Hombres) fue presentado el estudio “Vulnerabilidades, malestares afectivos y tensiones culturales de los varones chilenos de la RM”,  financiado por los fondos internos de investigación de la Universidad Central y realizado por la investigadora responsable Genoveva Echeverría, psicóloga y coordinadora de Investigaciones y Publicaciones de la FACSO, con los co-investigadores Edmundo Campusano y Javier Lizama, más las ayudantes de investigación Dalila Hernández y Daniela Oyarzún.

Se trata de una investigación que aborda un problema relevante para el campo de conocimiento de los estudios de género y cuyo aporte fue enfocado para ser difundido no sólo en círculos académicos, sino también mediáticos, de manera de poder actualizar la reflexión en torno a las miradas sobre lo masculino en nuestra sociedad.

Imagen foto_78378La investigación hace un análisis de datos secundarios de 50 entrevistas a hombres heterosexuales de la Región Metropolitana, de entre 16 y 67 años de edad, provenientes de diferentes niveles socioeconómicos y educacionales, que dan cuenta de que la situación actual de la construcción de masculinidades –lo que algunos autores nominan como “crisis de la masculinidad”- pasa por un momento de tensión y cambio de gran relevancia. Así, se vislumbra que las transformaciones sociales, culturales e individuales estarían generando una serie de malestares que no logran una fácil salida ni resolución. Se habla de vulnerabilidad, en tanto el hombre se encontraría actualmente en una posición de quiebre de los antiguos parámetros y roles lo que hace pertinente visualizar  las problemáticas, tensiones y dolores que hacen difícil las construcciones subjetivas para los varones, así como el establecimiento de relaciones saludables y satisfactorias.

Para Echeverría, uno de los principales aportes de este proyecto es “revelar una situación que cruza a todos los hombres y que la sociedad necesita asumir para poder desarrollar posibilidades de apoyo personal y desarrollo social y cultural”. Añade que es importante el hecho de “poner al varón como sujeto de estudio y provisto de vulnerabilidades, evidenciando sus problemas y nuestras deficiencias y distancias entre prácticas y discursos”.

En cuanto a las conclusiones de la investigación, se indica que temáticas como la  inclusión de lo emocional, el miedo al abandono, la paternidad, el no-lugar de la masculinidad y la necesaria individualización aparecen como elementos donde si sitúan contradicciones y paradojas que atraviesan a los varones, mostrando el juego constante de resistencias y aperturas desde posiciones de género más asentadas, hacia posibilidades de nuevas reconstrucciones y producciones que movilicen recursos personales y propicien subjetividades menos enclavadas en malestares propios y vinculares. Así mismo, la investigadora destaca una mirada desde la cultura y sus discursos, los que estarían dificultando la flexibilidad y apropiación de otras alternativas para los varones, debido a la rigidez de enclaves culturales como la definición de la familia y de las posibilidades de individualización de los sujetos en Chile.