Según un sondeo realizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, CESOP, de la Universidad Central, el 56% de los encuestados acepta esta medida, 14% más de los que opinaban de esta forma en un estudio similar realizado en julio de 2010 por las mismas instituciones.
El experto añade que los datos confirman una tendencia mundial en la que se ha ido crecientemente cuestionando las políticas de drogas centradas en represión y castigo a los consumidores en beneficio de enfoques más pragmáticos y humanos con los usuarios. No es menor la señal dada por la OEA en su última cumbre, cuando encargó que se realicen estudios de evaluación de la llamada "guerra contra las drogas" para proponer formas de abordaje alternativas.
Los datos de la encuesta CESOP "están dando cuenta de un nivel de información que permite contradecir el mito que habla de la marihuana como puerta de entrada para el consumo de otras drogas ilegales", indica Chacón al comprobar que sólo un tercio de los encuestados declara que la despenalización del consumo de marihuana incrementaría el de otras drogas, como la cocaína. En efecto, sabemos hace años que la teoría de la escalada, según la cual la marihuana sería droga de iniciación para el consumo de otras sustancias ilegales, no está sustentada en evidencias y, como el académico insiste, "este debate debe estar basado sobre evidencias científicas que permitan, desde una mirada no moralizante, informada, social y culturalmente sensible, determinar qué es lo mejor para nuestro país sobre este punto".
Otro aspecto sobre el cual no hay consenso entre la población nacional es la que dice que la despenalización ayuda a combatir el narcotráfico, ya que un 54,2% está de acuerdo con esto, y aquí también son los hombres quienes se inclinan más por esta opción y son quienes declararon en mayor medida haber probado la marihuana (67% de los hombres vs. 44% de las mujeres).