Mesa redonda concluyó que nuestra política exterior se dirige hacia un ciclo “en la medida de lo posible”

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Representantes de la Embajada de la República Federal de Alemania en Chile, de la Delegación de la Unión Europea en Chile, la Fundación Friedrich Ebert, docentes y estudiantes se reunieron en la mesa redonda “Política vecinal: ajustando expectativas” realizada el 30 de abril gracias al convenio de colaboración entre la UCEN y la Fundación Chile 21.

En la actividad expusieron Boris Yopo, ex Embajador de Chile en la República de Sudáfrica y Carlos Parker, ex Embajador de Chile en la República de Rumania y fue moderado por el profesor de Teoría de las Relaciones Internacionales Cristián Fuentes. La jornada comenzó con el análisis sobre el acontecer de la política exterior de Chile desde una perspectiva retrospectiva, a fin de establecer los puntos que deberá afrontar el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet en la región desafíos regionales.

A juicio de Carlos Parker, el panorama regional se ve bastante crítico debido a lo que se heredó del gobierno anterior, pues consideró que las relaciones vecinales se llevaron adelante de manera “austera, alejándose de lo realizado por los gobiernos de la Concertación”. Tal argumento se explica por el aislamiento que hubo con Brasil; las agendas estancadas con Argentina; las cuerdas separadas con el Perú y las promesas incumplidas a Bolivia, punto por lo cual, a su juicio, llevaron al presidente Evo Morales a presentar la demanda a la Corte Internacional de La Haya.

Por su parte, Boris Yopo, compartió lo expuesto por Parker respecto al complejo legado del gobierno de Sebastián Piñera en el ámbito regional, sin embargo expuso una perspectiva que involucra la recomposición de los vínculos multilaterales propuestos en el programa de Bachelet, el cual busca establecer un nuevo ciclo en la política exterior, enfocado en los intereses internos pero no dejando de lado al vecindario, ya que es la base para el progreso y, sobre todo, si existe una convergencia ideológica regional.

Para el académico de la Facultad Cristian Fuentes, quien cerró la mesa con una conclusión sobre las exposiciones e intervenciones de los asistentes “no ha existido un cambio en la política exterior durante los últimos 40 años”. A su juicio eso permitirá afrontar un debate sobre dos visiones de lo que deberá ser la política exterior chilena: una que representa la vuelta del realismo en la política exterior y otra encaminada hacia la reconstrucción de las confianzas en la región.

De esta forma, la mesa redonda concluyó que la “política exterior de Chile se dirige hacia un nuevo ciclo en la medida de lo posible”, donde las relaciones vecinales serán una prioridad pero sin dejar de lado los intereses internos del país, aunque los esfuerzos estarán destinados a potenciar las relaciones en el vecindario.  

MAR PARA BOLIVIA
Dada la contingencia de la demanda de Bolivia en la Corte de La Haya por una salida al mar, la mesa profundizó también en esta temática. Carlos Parker hizo ver que la demanda no tiene identidad política y que la gente tiende a menospreciar este asunto. “Cuestión distinta es la que ocurrió con Perú […] la apreciación política es que esto iba a causar una gran tensión en Chile, habida cuenta de la numerosa comunidad peruana y de los intereses de la inversión chilena en Perú, pero todo este escenario que se prefiguró en la cabeza de toda esta gente […] bueno finalmente no ocurrió nada”, destacó el ex embajador, al tiempo que señaló que esto refleja la poca identidad que tienen los temas de política exterior en la preocupación nacional, pero advirtió que “esto en la situación de Bolivia se presenta con mucha más fuerza”.

Ambos expositores mencionaron que las encuestas de opinión varían en cuanto a la percepción de los chilenos respecto de otorgarle una salida soberana al mar a Bolivia. El ex embajador Parker manifestó que “la gente tiende a creer que hay una línea divisoria desde el punto de vista ideológico: que la izquierda y el progresismo tienen son favorables a otorgarle una salida soberana a Bolivia; y la derecha, los sectores nacionalistas, empresariales y militares no”, pero estimó que eso no es así toda vez que esto es un tema transversal.