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¿Cuánto resiste el ministro que se sale de libreto?

El decano de la Facultad de Ciencias Política y Administración Pública, Marco Moreno, se refiere a los dichos del titular de Justicia sobre Punta Peuco

Imagen foto_00000002Aún no cumple dos meses en el cargo y el ministro de Justicia Jaime Campos (PRSD) ya se transformó en una piedra en el zapato para la Presidenta Michelle Bachelet. ¿La razón?: Aunque logró aplacar las críticas que había a las abultadas pensiones en Gendarmería y su gestión en el Sename, sus intervenciones públicas han incomodado a La Moneda.

La última la hizo este domingo, cuando en entrevista a El Mercurio criticó que "en Chile no hemos tenido el coraje" de abordar la situación de los condenados enfermos de Punta Peuco. Frase que le valió una pública quitada de piso de la ministra vocera Paula Narváez, quien afirmó que los dichos del ministro "fueron en términos personales y que no reflejaban la opinión del Gobierno".

Antes fue la polémica en que se vio envuelto por sus vínculos con la empresa Morpho.

Para el presidente de radical, Ernesto Velasco, no es una "rareza" que el ministro se saliera de libreto. "Jaime Campos siempre se ha caracterizado por defender sus convicciones, más allá de su militancia y pertenencia a un conglomerado".

De ahí que Campos (63 años) sea visto en el gabinete como una figura independiente, que no responde directrices políticamente correctas.

Para el cientista político de la Universidad de Chile, Alejandro Olivares, "el ministro Campos está actuando muy en consecuencia y evita ser políticamente correcto. Actúa como cree que se deben hacer las cosas, lo cual no es habitual en política. Es uno de los pocos que dicen lo que piensan", afirma.

El académico añade que el ministro tiene la libertad de decir lo que cree, porque "siente" que no debe favores. "Es una persona con capital político, y como se hizo cargo de algo que no era fácil y desde que asumió los conflictos disminuyeron, se puede permitir ser deslenguado, porque en términos de gestión está rindiendo", sostiene.

En la misma línea, Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Política y Administración Pública de la Universidad Central de Chile, destaca que Campos "se siente con más libertad para opinar, porque no hay posiciones claras dentro del gobierno. Cada ministro es una isla y cada uno siente que tiene autonomía".

Miguel Ángel Fernández, académico de la UDD, en tanto, cree que Campos está expresando "un sentir ciudadano" especialmente en lo que se refiere a la problemática del Sename.

Con tarjeta amarilla

Fernández no cree que Campos mantenga la libertad —que ha gozado hasta ahora— para salirse de libreto del diseño que tiene La Moneda.

"El gobierno, que está bajo en popularidad, no necesita que un ministro ponga más presión sobre el Ejecutivo, especialmente en un tema como los derechos humanos, que puede generar aún más quiebres en la Nueva Mayoría", afirma. En tanto, el analista Max Colodro afirma que Campos ya comenzó a pagar costos por su estilo desde el momento en que la ministra Narváez le "quitó piso".

"Esto demuestra que no podrá extender en el tiempo su estilo. El ministro deberá ponerse al día y ser más cuidadoso con las señales públicas que emite", dice.

Moreno indica que "es tal la falta de conducción en el gabinete, que se generan espacios para esto". Y advierte que "el factor acumulación podría jugarle en contra, y en la medida en que siga anotándose situaciones que compliquen al gobierno, la Presidenta podría hacer ajustes".

Fuente: http://impresa.lasegunda.com/

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