Camila Vallejo quiere borrar “En el nombre de Dios, se abre la sesión”

Al inicio de las sesiones de la Cámara de Diputados, bien sea en el hemiciclo o en comisiones, es tradición que quien preside toque una campanilla y solemnemente diga: "En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión". Un grupo de parlamentarios, liderados por la diputada PC Camila Vallejo, busca, mediante una modificación a los artículos 94 y 255 del reglamento de la Cámara, que se cambie esta frase por la siguiente: "En representación del pueblo de Chile, se abre la sesión", o alguna similar, pero que no haga referencia a Dios.

"Chile se declaró hace más de un siglo como un Estado laico y, sin embargo, y a pesar de lo que establece la misma Constitución, sigue obligándonos a los parlamentarios a legislar en el nombre de Dios, contraviniendo los principios de libertad de culto y respeto a todas las creencias y religiones", argumentó la parlamentaria tras presentar oficialmente el proyecto. Amenazada. Su colega del PC, Karol Cariola, contó que una vez le correspondió presidir una comisión y fue censurada al intentar abrir la sesión, solamente, en nombre de la patria y del pueblo. "De hecho, fui amenazada de ser censurada de la presidencia de esa comisión y me parece que no corresponde", añadió.

Tradición. Diputados de la DC y de la UDI pusieron el grito en el cielo. "Es parte de las tradiciones republicanas que creo que a nadie le debiera molestar, a nadie se le impone una fe ni mucho menos", afirmó el jefe de bancada de la DC, Fuad Chahín.

Crucifijos

Nicolás Freire Castello, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la U. Central, considera que la de Vallejo "es una petición sensata y acorde a los tiempos. Es una discusión que ya se ha dado en otros países. En Italia, se discutió desde el punto de vista legal, la eliminación de los crucifijos en establecimientos de educación pública, por la mayor presencia de personas con otro tipo de religiones y reclamaban mayor igualdad".

Estado laico

Fernando Ramos, obispo auxiliar y vicario general del Arzobispado de Santiago, evoca la mirada eclesiástica. El sacerdote recuerda que Chile es un Estado laico desde 1925, y que "debe garantizarse que todos los ciudadanos podamos expresar libremente nuestras creencias. El Papa Francisco también nos ha dicho que si una mujer musulmana quiere llevar un velo, o un católico una cruz, debe tener derecho a hacerlo; así como si un parlamentario quiere pronunciar la frase: En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión. Apelar a Dios no significa suscribir a una religión en particular, ni que un Estado sea confesional".

Fuente: www.lun.com