Martes 3 de Septiembre de 2013
Ante un auditorio repleto, la ingeniera y mentora internacional del proyecto Ingeniería 2030, Lueny Morell, realizó una Clase Magistral en donde abordó los desafíos de la ingeniería y compartió su experiencia como asesora de facultades de distintos lugares del mundo.
Morell comenzó con una breve reseña de su experiencia profesional, contando a los presentes las buenas y malas prácticas que ha podido observar en el campo laboral de los ingenieros.
Luego, hizo un profundo y critico análisis al sistema educacional en las universidades, insistiendo que el sistema de aprendizaje – vigente aún en la mayor parte de los países del mundo- es un método que aún conserva muchos paradigmas de la Ilustración, lo que no permite a los estudiantes recibir una enseñanza que se adapte a las necesidades actuales.
"Mi mensaje a todos los académicos es que deben contribuir al desarrollo de un ingeniero competitivo globalmente, pero relevante socialmente", indicó al referirse al escenario de Chile.
"Chile está haciendo las cosas bien, sabe dónde tiene que ir y estos fondos económicos para mejorar las estrategias de las facultades de ingeniería es un buen ejemplo de cómo el país está mirando el futuro y adelantado su agenda competitiva", añadió
Luego, expuso sobre las tendencias globales de hacia dónde va la tecnología y el rol que los ingenieros tendrán que asumir frente a la evolución de las TIC. "Yo siempre lo digo: quien no innova, muere, es así de sencillo. Mientras tú te detienes, hay otros que suben un peldaño más arriba", aclaró.
Finalmente y tras casi dos horas de charla, Morell compartió con los estudiantes, profesores y directivos presentes los cinco puntos clave a no perder de vista mientras se trabaje en el Proyecto Ingeniería 2030.
1- Un ingeniero debe tener claro qué sabe, pero aún más qué puede hacer con lo que sabe.
2- Un futuro ingeniero debe recibir un aprendizaje activo; necesitamos alumnos "que se muevan", que disfruten de las clases.
3- Todas las personas aprenden de forma diferente y muchos profesores aún enseñan de la forma en que ellos prefieren. Esto debe cambiar, el profesor debe saber ser ingeniero y también ser educador.
4- Las facultades deben desarrollar alianzas con el mundo exterior que les permita identificar sus ventajas y debilidades frente al resto.
5- Las facultades deben adoptar una cultura de evaluación continua y verificar que los estudiantes sí estén aprendiendo.
