
Miércoles 4 de Junio de 2025
Expertos de distintas disciplinas analizaron cómo la crisis ambiental amenaza los recursos y saberes ancestrales que sustentan las prácticas artesanales desde la zona central de Chile hasta los confines del mundo, destacando la necesidad de preservar estas expresiones como parte vital del patrimonio cultural y la adaptación climática.
El impacto del cambio climático en las tradiciones artesanales y los paisajes culturales fue el tema central del conversatorio «Paisajes Culturales y Artesanía en el Contexto de Cambio Climático», realizado el 14 de mayo en el auditorio del edificio Vicente Kovacevic I. La actividad fue organizada con el apoyo del Comité para el Fomento de la Vida Académica, las Humanidades y las Artes, dependiente de la Honorable Junta Directiva de la Universidad Central de Chile (UCEN), y coordinada por la doctora Ana María Wegmann, académica de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura (Finarq) de la misma casa de estudios.
Durante el encuentro, la coordinadora destacó que «este conversatorio pone en valor actividades artesanales ancestrales, practicadas desde la zona central hasta los confines del mundo, enfrentando la pérdida de sus recursos para sus expresiones artísticas —desde los tejidos en totora de la zona central hasta los tejidos en fibra de las Islas Navarino, en el confín del mundo— debido a la crisis climática actual».
El panel de expertos estuvo compuesto por Constanza Urrutia, artista visual y directora del Museo de Arte Popular Americano (MAPA); Saúl Pérez, geógrafo, encargado nacional de Artesanía en el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) y secretario del Comité Técnico de Materias Primas para la Artesanía en el Ministerio de Agricultura (Minagri); Paula de la Fuente, antropóloga social y coordinadora de Investigación y Contenidos en el MAPA; y Javier Figueroa, doctor en Ciencias con mención en Biología y especialista en educación ambiental.
El conversatorio permitió un diálogo interdisciplinario entre el arte, las humanidades y la ciencia que resaltó la importancia de preservar los saberes y recursos locales como una estrategia clave para la adaptación y resiliencia ante los impactos del cambio climático.