Martes 18 de Noviembre de 2014
María Victoria Peralta es Directora Académica del Magíster en Educación Infantil y Directora del Instituto Internacional de Educación Infantil de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Central de Chile. Fue Directora de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (1990-1998) y ha sido asesora por parte del Gobierno de Chile en casi todos los países latinoamericanos, y consultora de O.E.A., UNICEF, UNESCO, BID, PMA y O.E.I.
"Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire en un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos", es parte final del texto con que el Premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez aportó a su país – y sin dudas al mundo- a repensar sobre la educación para un mejor desarrollo.
En efecto, en la década de los 90, con motivo de implementar la Ley General de Educación y tener una "carta de navegación para los mares del futuro" como resaltó el Presidente Gaviria, se convocó a un conjunto de "sabios" que tuvieran cualidades humanas, profesionales y científicas necesarias para esa histórica tarea.
Asimismo, además de García Márquez, científicos como Rodolfo Llinás y otras personalidades que reunían estas características, repensaron la educación para Colombia y se puso a disposición del público a través de un informe que se tituló: "Colombia, al filo de la oportunidad", para su análisis y discusión.
A partir de ello, desde cátedras universitarias hasta comunidades vecinales, empezaron a remirarse y proyectarse en relación a las transformaciones necesarias que potenciarían sus grandezas como sociedad y ayudarían a superar sus limitaciones.
El Chile de hoy involucrado en una Reforma Educacional que pretende ser histórica y por tanto, consensuada en lo esencial sobre qué sociedad, qué cultura, qué chilenos y chilenas queremos favorecer, parece requerir de un proceso similar.
Hasta el momento en la discusión nacional han dado su opinión autoridades, muchos tecnócratas y algunos movimientos sociales a los que se han agregado en esta semana los ex ministros de Educación y ex Presidentes de la República, aportes sin duda, todos muy notables. Pero aún falta.
Se ausentan nuestros "sabios", hombres y mujeres desde las humanidades y las ciencias, pero más aún, nuestros educadores de reflexión y práctica extensa. Ellos pueden iluminarnos sobre el contenido de esta Reforma Educacional, que es la gran carencia y a la vez, el factor motivacional y convocador de acciones trascendentes como ésta.
Hemos escuchado en un canal de cable a Humberto Maturana hablando de contenidos para esta educación de hoy, como también a algunos científicos y artistas connotados en escenarios de escasa audiencia y repercusión. Hace falta con urgencia que a la discusión actual, sobre estructuras y recursos, se le ponga corazón e inteligencia. De otra manera no se llegará a puerto.
Para una educación de calidad humana desde la cuna, requerimos a nuestros mejores sabios-pensantes, para así motivar la sabiduría que el pueblo chileno ha demostrado históricamente en los grandes momentos y sumarse con todas sus energías a esta relevante tarea nacional.
Ojalá las autoridades responsables de estas acciones, den vuelta el timón y entiendan que en educación primero hay que definir el qué y luego buscar el cómo. Al parecer, hemos partido al revés que es lo que nos hace navegar en zig-zag y no permite a todos subirse al barco.
No dudamos que los chilenos estamos dispuestos a esta gran y verdadera cruzada nacional en función a lo que mejor tenemos: nuestros niños y niñas, ciudadanos de hoy y de mañana. No obstante, necesitamos para ellos escribir juntos nuestra gran carta de navegación para que esos mares del futuro sean verdaderas oportunidades de desarrollo humano para todos.
Leer la columna en radio Cooperativa acá.