Martes 30 de Julio de 2013
La educación está de moda. Desde el ciudadano común hasta los políticos, todos comentan y opinan sobre la salud del sistema de educación. Se cuestiona calidad, modalidad en que se imparte, dependencia administrativa, recursos asignados, instituciones que la imparten, entre otros. Sin embargo, si bien todos esos puntos de vista son importantes, la esencia del tema tiene que ver con la capacidad para aprender.
Todos queremos y necesitamos aprender, facultad para la cual el ser humano está mejor dotado. Pese a ello, no siempre es fácil hacerlo. Algunos aprenden fácilmente, sintiéndose muy motivados para su estudio personal, en cambio muchos otros luchan para comprender y retener la información trabajada en la sala de clases.
Si el sentido de la educación es proporcionar a los alumnos los conocimientos, procedimientos y habilidades que necesitan para desenvolverse autónomamente en el ámbito educativo y en el mundo que les rodea ¿qué ocurre que no siempre se alcanza esa meta?
“Los factores que influyen en el desempeño de los alumnos son diversos, sin embargo, muchas veces, el bajo aprendizaje escolar (traducido también en bajo rendimiento), es consecuencia de la falta de motivación y de acción para implicarse en las tareas, del reducido y desorganizado tiempo que se dedica al estudio, de la falta de conocimientos previos y del uso ineficaz de estrategias de aprendizaje, necesarias y adecuadas, a cada situación o tarea”, explica Sonia Fuentes Muñoz, doctora en Psicología y Educación, y directora del Instituto Internacional para el Desarrollo Cognitivo (Indesco), perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Central.
Comenta que esta capacidad para vincularse e implicarse responsablemente desde la motivación, la cognición y el comportamiento se denomina “autorregulación de aprendizaje”, tópico que en las últimas décadas se ha convertido en una arista fundamental en la investigación y práctica educativa.
Si bien todos los estudiantes pueden autorregular sus procesos de aprendizaje, se requiere también intencionalidad educativa orientadora y explícita en este sentido. La duda es si los profesores saben cómo responder a esta necesidad y consideran estas herramientas en la formación de sus alumnos.
Con el objetivo de colaborar en esta área durante los últimos años Indesco ha realizado un sistemático trabajo de perfeccionamiento, investigación y producción científica al respecto, aliándose para ello con el Grupo GUIA (Grupo Universitario de Investigación en Autorregulación) de la Escuela de Psicología de la Universidad Do Minho, de Portugal.
Es así como el viernes pasado realizó el segundo Seminario Internacional en Mediación para la Autorregulación del Aprendizaje, que tuvo como expositor invitado al doctor en Psicología e investigador responsable del Grupo GUIA, Pedro Rosário, profesional de amplia trayectoria en investigación, docencia y con una vasta producción científica sobre Autorregulación del Aprendizaje.
En la oportunidad, y ante un auditorio compuesto por docentes, psicólogos, representantes de establecimientos educacionales, el experto abordó las estrategias tendientes a promover un aprendizaje autorregulado, que permite aprender a aprender con autonomía y eficacia, a niños de todos los niveles educativos.
Tras este encuentro -donde se hizo entrega de un eBook sobre el tema central-, se inició la formación de profesionales que deseen especializarse en el programa de trabajo con niños menores de 10 años, labor que continuará durante el II semestre del año.