Martes 3 de Junio de 2014
Extranjeros de distintos países de América Latina se capacitaron en programa de transferencia de conocimientos para apoyar el desarrollo emprendedor, laboral y productivo de migrantes vulnerables.
Casi un centenar de extranjeros provenientes de distintos países de América Latina obtuvieron sus certificados de aprobación de los cursos impartidos en el marco del “Programa de capacitación y transferencia de conocimientos para apoyar el desarrollo emprendedor, laboral y productivo de migrantes vulnerables”, iniciativa conjunta entre la Municipalidad de Santiago y la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Central.
La ceremonia fue encabezada por el decano de FACEA, Roberto Castro Tapia, quien estuvo acompañado por el director de Desarrollo Económico Local de la Municipalidad de Santiago, Javier Rico Pinto; la subdirectora de Desarrollo Social de la Dirección de Desarrollo Comunitario, Ana María Molina, y el coordinador de la Oficina de Migrantes, Marcel Young.
Al inaugurar el acto, Castro recordó que Chile ha sido el hogar para muchos extranjeros que han encontrado aquí un lugar para vivir, trabajar, desarrollarse y emprender, producto de condiciones como la estabilidad política y económica.
“No es nada fácil llegar a otro país con la maleta llena de sueños, con la esperanza de concretarlos y la mayoría de las veces, con la presión de tener éxito para ayudar a las familias que se quedan donde otros ya partieron”, dijo el decano.
"Esperamos –agregó-haberles entregado los instrumentos y haber potenciado sus capacidades para poder mejorar su calidad de vida e insertarse productiva y útilmente en el quehacer y desarrollo de nuestro país”.
Acto seguido, migrantes de diversos países como Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Haití, recibieron sus diplomas y certificados que acreditan su participación en este programa que, en lo general, los formó en gestión y habilidades para emprender, con especificidades en cuidado y atención de enfermos, e higiene, manipulación e inocuidad de alimentos.
Por su parte, la subdirectora de Desarrollo Social de la Dirección de Desarrollo Comunitario de Santiago, Ana María Molina, destacó que este proceso de capacitación “buscó sacar lo mejor de cada uno” y rescató “la voluntad de instituciones públicas y privadas para el desarrollo de la comuna, la comunidad y el país”.
En esa misma línea se orientaron las palabras de Mariana Chamorro, migrante colombiana que fue una de las beneficiarias del proyecto. “Agradezco a todos los que se unieron en este proceso al que nosotros vinimos con el sueño de ser felices y aportar con lo mejor de nuestras culturas al desarrollo del país”.