Viernes 9 de Octubre de 2015
Gerente general del Consorcio Tecnológico del Vino expuso las iniciativas para contribuir a posicionar a la industria chilena como proveedora de vinos Premium, sustentables y diversos.
En su exposición, Parra sostuvo que el vino tiene “un valor agregado y, en términos de imagen, es de los únicos productos, junto al aceite de oliva, que llega con la marca ´Chile´ a la mesa del consumidor”.
El ejecutivo recordó que nuestro país es el cuarto exportador, a nivel mundial, de vino embotellado, siendo superado por Italia, Francia y España y destacó que es una industria que seguirá creciendo y potenciándose.
“Chile produce buenos vinos y en eso no hay discusión. Lo que se necesita es generar un relato para potenciar la experiencia de tomar vino chileno”, agregó.
Investigación innovación y desarrollo
Con más de 53 viñas asociadas al Consorcio que corresponden al 73% de la producción nacional vitivinícola, el ejecutivo recordó que la entidad busca desarrollar líneas de I+D de largo plazo, de excelencia, eficientes, centradas en las necesidades de la industria y que mejorarán las ventajas competitivas en el mercado internacional.
“Nuestro principal logro, en materia de I+D es que involucramos a quienes son objeto de la investigación en sus resultados, es decir, hacemos investigación en beneficio de los propios involucrados en el desarrollo del proyecto”, señaló.
En materia de desafíos, Parra destacó que la idea es sumar más viñas a sus procesos de certificación a fin de contribuir a posicionar a la industria chilena como proveedora de vinos Premium, sustentables y diversos. “La industria del vino tiene un potencial enorme y está más viva que nunca; se está reinventando permanentemente, por ejemplo, de la mano del espumante, del enoturismo, involucrando temas de logística, innovación, desarrollo y marketing”.
Cerró el taller el profesor de la escuela de Ingeniería en Agronegocios, Marcelo Rebolledo, quien entre sus consideraciones finales destacó que la demanda por vino chileno creció exponencialmente entre los años 2000 y 2006 a la luz de los tratados de libre comercio suscritos por nuestro país.
Destacando que además de embotellado, Chile exporta vino a granel, como mosto concentrado y que existe un innovador proyecto para hacerlo en polvo, el docente concluyó que esta industria “ofrece muchas alternativas para los estudiantes de Agronegocios”.