Martes 2 de Julio de 2019
Sandra Ríos fue invitada especialmente a tratar el tema en una nueva reunión del Grupo de Estudios de Política Alimentarias (GEPA) de la Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central.
“Cooperativismo moderno: ¿de qué estamos hablando?”, fue la pregunta inicial que dio título a la presentación de la investigadora, en un encuentro que, además, contó con la asistencia de tesistas de sociología y profesionales de la agronomía, la economía agraria y la ciencia política.
A partir de su experiencia en el desarrollo de proyectos de asociatividad del sector lácteo en la Región de Los Lagos, la académica compartió su visión respecto de los desafíos que, a su juicio, enfrenta el cooperativismo como modelo económico viable. “Hoy, una cooperativa debe competir en el mundo global, sin perder de vista su proyecto. Hay que avanzar al cooperativismo 2.0”, sostuvo.
¿Competitivos o colaborativos?
Haciendo un análisis desde los valores cooperativistas, donde la solidaridad y la cooperación ocupan un lugar fundamental, identificó al individualismo y la desconfianza como las principales dificultades para el éxito del cooperativismo. “La productividad técnica económica, más la productividad relacional, dan como resultado una productividad sistémica; pero el nudo del conflicto está en la productividad relacional, es decir, en la confianza, en los valores compartidos”, dijo.
En ese contexto, añadió que para que las cooperativas funcionen, es necesario sentirlas casi como una familia por cuanto “el cooperativismo es valórico, implica trabajar juntos hacia un objetivo común, pero no sabemos trabajar colaborativamente; somos competitivos y no colaborativos”.
La experta identificó al oportunismo, la escasa diversificación, el cortoplacismo, los costos de influencia y las diferencias entre directorios y gerencias, como los grandes problemas que enfrenta el cooperativismo. “El gran desafío – manifestó- es no separar el negocio del tema valórico. Se habla mucho de que las cooperativas es parte de la economía social, pero la economía en sí es social; la cooperativa es economía y punto”.
Cabe recordar que el GEPA es una organización académica creada con el fin de discutir y aportar diferentes miradas en torno a temáticas relacionadas con la producción, distribución, consumo y legislación sobre alimentos.
Las sesiones tienen lugar el último miércoles o jueves de cada mes, en jornadas que van teniendo como sede alternadamente, dependencias tanto de la Escuela de Economía y Negocios, como de Gobierno y Comunicaciones.