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Jueves 12 de Septiembre de 2019

Coloquio sobre crisis de la institucionalidad política tuvo como protagonistas a Manuel Antonio Garretón y Gloria de la Fuente

La actividad fue organizada por la carrera de Ciencia Política de la Universidad Central y moderada por el profesor Daniel Grimaldi, ante estudiantes que se dieron cita en el auditorio Carlos Blin Arriagada.

Bajo la premisa de que la democracia como forma de gobierno vive una fuerte crisis de legitimidad institucional, poniendo en jaque la efectividad del régimen representativo en la solución de los problemas sociales, se llevó a cabo el coloquio “Crisis de las instituciones políticas en Chile: adaptaciones y resistencias”, en el cual participaron el sociólogo y Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales (2007) Manuel Antonio Garretón, y la presidenta de la Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente.

La actividad fue organizada por la carrera de Ciencia Política de la Universidad Central y moderada por el profesor Daniel Grimaldi, quien invitó a los estudiantes que asistieron hasta el auditorio Carlos Blin Arriagada a reflexionar sobre “esta tensión que genera un espacio propio en la lucha política y que es muy necesario de abordar sobre todo si estamos en un país en el cual la fractura entre política y sociedad es evidente”.

En ese contexto, Garretón abrió la discusión entregando el marco general del tema respecto del quiebre entre la sociedad y la política y los consecuentes problemas de legitimidad institucional.

“La gente valora su momento más democrático no cuando vota, sino cuando se moviliza, cuando ejerce su adhesión a un principio. Todas las instituciones han perdido el monopolio que tenían en su campo de acción”, dijo el sociólogo.

Garretón recordó los fundamentos antiguos de la democracia que tuvo su génesis en la polis griega, estableciendo un contrapunto fundamental: “la teoría democrática fue creada para la polis, para países y sociedades organizadas, pero hoy las decisiones importantes las toman los mercados transnacionales. Se le ha quitado a la democracia, la capacidad de decisión y la gente la siente irrelevante porque no le afecta su vida”.

“Antes-continuó- una gran parte de los problemas individuales dependía de la política, y por eso era importante el vínculo con los partidos políticos que ofrecían proyectos. Esa es la ruptura fundamental que ha significado que la política institucionalizada pierda importancia; es una ruptura estructural entre política y sociedad”.

Gloria de la Fuente, por su parte, se refirió a las adaptaciones del Estado ante la crisis de legitimidad de las instituciones y los desafíos en materia de transparencia y recordó que, al menos desde la mirada tradicional, Chile tiene altos niveles de desarrollo democrático. “A veces somos ´abajistas´ pero se reconoce la institucionalidad de Chile en el extranjero”, manifestó.

La presidenta de Chile 21 sostuvo que el país ha reducido la pobreza alcanzando buenos índices de desarrollo humano, “sin embargo, tenemos sombras importantes como la desigualdad y las brechas salariales; el tema es cuánto de eso podemos soportar a pesar de la democracia”.

Para la cientista política, en Chile hay una sensación de impunidad, más que de injusticia, la cual se instaló fuertemente durante la transición a la democracia, razón por la cual “la discusión constitucional es la madre de todas las batallas” y advirtió que la democracia es un buen sistema político y que no puede ser reemplazado por ninguno que la amenace.