Martes 1 de Octubre de 2013
Ante una concurrencia marcada por estudiantes de la carrera, y en sesión moderada por el director de la Escuela, Rodrigo Saldías y el profesor Arturo Barrera, Sotomayor expuso acerca de los procesos de I+D+i para los negocios del agro, enfatizando en que el gran desafío es hacer que los agricultores amplíen su frontera de producción, pero sin descartar la mejora de los productos existentes.
“No se trata de cambiar trigo por siervos”, graficó el experto. Recordó que en el sector de los agronegocios, los proveedores son muy importantes, pero que las empresas agrícolas carecen de unidades especializadas dedicadas al I +D por un tema de costos. “Esto implica que en la agricultura es clave el esfuerzo público expresado a través de organismos nacionales e internacionales de investigación, y el respaldo de un amplio marco de políticas públicas en ese sentido, enfatizó el experto.
Sotomayor destacó el concepto de “agrocadena”, el cual puede ser utilizado para diferentes propósitos. Desde una dimensión contable, sirve para descomponer la generación de valor agregado y su repartición entre los diversos eslabones; desde una dimensión técnica es útil para analizar los procesos de innovación y cambio tecnológico en las fases de producción, transformación y distribución, mientras que la dimensión institucional ayuda a reducir los costos de transacción y favorece la concertación entre actores “a fin de resolver los problemas de competitividad, integración social y sustentabilidad ambiental”.
Finalmente, Sotomayor recalcó que la innovación no es un proceso que realiza la empresa de manera individual. “La calidad de la interfaz empresa-entrono, es clave”, dijo y concluyó que es necesario “evitar propuestas tecnocráticas para hacer las reformas institucionales, dar énfasis a procesos amplios de diálogo y participación; y fortalecer al Estado procurando establecer alianzas estratégicas con todos los actores”.