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Saludo a los nuevos profesionales del futuro

"Hoy, comienzan una nueva etapa. Una etapa que, sin duda, a medida que transcurra el tiempo, se darán cuenta que será inolvidable y que marcará la visión que tienen de la vida.
Quizás, muchos de ustedes constituyen la primera generación en su familia que tiene acceso a la educación universitaria y, esto, es un logro significativo. No es un tema menor. Y no lo es, porque este esfuerzo viene acompañado del sacrificio de sus familiares y encierra sus sueños y los de ellos.

Tal vez, en este momento, no dimensionan lo que les indico, pero cuando estén en los cursos superiores se darán cuenta que es cierto y se sentirán, de seguro, orgullos por el paso que han dado y ese mismo orgullo lo tendrán sus familiares y amigos.

Estimados alumnos, les doy una cordial bienvenida a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Central de Chile y quiero pedirles que no se sientan solos en este camino. Todo lo contrario. La idea es que sientan que nuestras autoridades, la comunidad académica y los funcionarios administrativos están para orientarlos, apoyarlos y ayudarlos. Somos parte de una familia que cada año recibe a nuevos integrantes que, sabemos, nos necesitan.

Las puertas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales están abiertas para todos y cada uno de ustedes, para escuchar sus comentarios, sus sugerencias y para dar respuesta a sus inquietudes.

En este día, algunos de ustedes, o la mayoría, puede tener temor e incertidumbre por no saber cómo enfrentar este proceso, porque no saben lo que es ser universitario y desconocen cómo es el régimen que se aplica en la educación superior. Han dejado atrás sus años de estudiantes secundarios y han ingresado a un mundo distinto, donde aprenderán a valerse por sí mismos y en el que tendrán que ser fuertes y constantes para conseguir el objetivo final: ser profesionales y los mejores del mercado, actuando en forma prudente, con espíritu de servicio, éticamente y abogando por una justicia digna.

El régimen de la Universidad es sustancialmente distinto al del liceo o del colegio. No es tal ese aparente relajo que uno cree que trae consigo la vida universitaria. Quien no se compromete desde el inicio con estudiar y aprender irá por mal camino y sus resultados académicos serán nefastos. No se dejen seducir por las fiestas, dediquen la mayor parte del tiempo a estudiar y cuando lleguen a quinto año se darán cuenta que el sacrificio, el esfuerzo, las largas horas sin dormir, sin ir a "carretear" -como dicen ustedes- y corriendo para llegar temprano a la clase, compensó todo.

Confíen en ustedes y sientan que tienen las herramientas y el coraje necesario para ambientarse a este nuevo escenario y vayan, poco a poco, construyendo una carrera que los motive y los haga mejores personas.

Aprendan el Derecho como la herramienta que les permitirá cumplir un rol social maravilloso, ayudar a quienes tienen menos ingresos y que depositan la confianza en nosotros. Estamos siendo formados para orientar al prójimo, para ayudarlo gracias a los conocimientos que hemos aprendido durante nuestros años de formación.

 

Un edificio en construcción
La carrera que impartimos, es más bien formativa en sus primeros años y no tan práctica como se quisiera, aunque precisamente para que ustedes se interioricen con el ejercicio de la profesión desde los primeros años de estudio, es que contamos con numerosos talleres que les permitirán ir adquiriendo destrezas y desarrollando las habilidades necesarias para que, en cinco años, puedan desempeñarse óptimamente y sean un aporte para la sociedad, en su conjunto.

Soy ex Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y tengo una larga trayectoria como profesora de Derecho Romano y en mis clases, por ejemplo, les explico a mis alumnos, el significado de la siguiente analogía: imaginemos la construcción de un edificio. Para ello, en primer lugar hay que cavar, pero construir los cimientos es un proceso lento, tan lento que durante mucho tiempo se lanza material en el socavón y aunque tratamos de mirar hacia abajo, no conseguimos ver nada. Pero, después de años de esfuerzo, nos damos cuenta que este edificio que estamos levantando empieza a tomar forma, empieza a tomar altura y luego el proceso se hace más rápido. Por eso, mis queridos alumnos y alumnas no hay que exasperarse en los primeros años de estudio, porque son los cimientos que tardarán años en hacerse visibles.

Hoy es, sin duda, un día especial para ustedes, sus familiares y amigos, y también para nosotros. Comiencen a recorrer el camino sin miedo, sin temores que se transformen en obstáculos. Sientan que son capaces de salir adelante. Ustedes son los nuevos rostros de los profesionales del futuro".