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Lunes 21 de Septiembre de 2020

Ex alumno publica libros infantiles para educar sobre proceso constitucional

“El objetivo principal de ambos trabajos es aproximar a los más pequeños al mundo jurídico en este importante momento histórico que vive el país”, comentó nuestro egresado.

Manuel Rodrigo Carmona Araya, abogado y ex alumno de nuestra Facultad de Derecho y Humanidades, publicó un par de textos educativos sobre derecho dirigidos a niños, niñas y adolescentes.

Los libros nacieron del trabajo de nuestro egresado y abogado  y de su madre Esperanza Araya Raymondi, pedagoga de la Universidad de Chile y, fueron concebidos para ser entregados a niñas, niños y adolescentes, con el fin de responder algunas dudas fundamentales para la comprensión de sus principales derechos.

Por ejemplo ¿qué es una constitución?, ¿cuáles son sus características?, ¿puede modificarse una constitución? Los textos contienen ilustraciones basadas en dibujos reales de niños y niñas y uno de ellos incluye un anexo donde se explica el nuevo Proceso Constituyente Chile 2020.

  • ¿Qué te motivó a preparar este material?

Por mucho tiempo, con Covid 19 o sin él, han estado alejados las niñas, niños y adolescentes de toda información jurídica y, en definitiva, de sus derechos. Pareciera que el conocimiento sobre el derecho en general, fuera propiedad de los adultos o mejor dicho de los abogados, jueces, técnicos jurídicos y de quienes nos dedicamos, como profesión, al estudio de la ley y el Derecho. El rol de acercar al ciudadano al campo jurídico ha sido bastante lento y si hablamos de instruir a las niñas, niños y adolescentes esto ha sido casi inexistente. Este desconocimiento generalizado me motivo, junto a mi madre, a trabajar en un libro didáctico y cercano. Estas creaciones nacen en tiempos de cambios de paradigmas en cuanto a la forma de llegar al lector, niños o personas alejadas del lenguaje jurídico, aportando a la educación cívica y en definitiva a la cultura jurídica. Son libros que escribí no para responder todas las dudas que el lector tendrá, sino que busca alimentar la curiosidad dormida que tenemos respecto de esas materias abandonadas por el ciudadano en general.

  • ¿Por qué es importante educar a los niños en este proceso?

En la familia comienza a gestarse la educación que marcará a los más pequeños, es en ese nido donde sería verdaderamente interesante naturalizar el acercamiento de las niñas, niños y adolescentes a un Código Civil, a una Constitución, a la Convención de los Derechos del Niños, etc. Lo anterior, desde un lenguaje sencillo y nunca dejando de lado la diversión del juego, factor preponderante para aprender 

  • ¿De qué sirve que un niño  o niña se informe sobre este Proceso  Constituyente, tenga nociones de derecho civil o sepa que dice la Constitución de su país?

Pienso que es vital que cada niña, niño y adolescentes estén al tanto de cuáles son sus derechos, esto no solo le entregará herramientas para conocer sus derechos y los mecanismos que la ley le otorga en la defensa de los mismos, sino que también; y no menos importante, es que se genera la empatía con quienes lo rodean, puesto que no solo estará consciente de sus propios derechos, sino que también comprenderá que los demás también tienen esos mismos derechos, y por consiguiente consecuentes obligaciones recíprocas. Además los niños y niñas comprenderán que las constituciones y las leyes en general,  se crean bajo el acuerdo de todos (directa e indirectamente), que no nacen de la nada y son para el beneficio de todos. Sin bien los niños y niñas no están facultados para votar en este nuevo Proceso Constituyente, son pieza fundamental en nuestro caminar hacia un país justo e informado, donde en el futuro se podrán resolver nuestras diferencias a través de ciudadanos mejor preparados y por ende más empáticos y humanos. Finalmente, educar a las niñas, niños, y adolescentes es contingente a los tiempos actuales y está acorde con la actual política del Poder Judicial en el impulso del denominado “lenguaje claro” a efectos de acercar la comprensión del lenguaje jurídico a la ciudadanía, permitiendo en definitiva el mejoramiento del acceso a la justicia y  por otro lado, acercar el mundo jurídico precisamente a los niños, cumpliendo el compromiso internacional de promover su participación en el mismo (Convención de los Derechos del Niño).