Entre aplausos y emotivos discursos se entregaron Licenciaturas en Ciencias Jurídicas y Sociales

Una semana importante vivió la Facultad de Derecho y Humanidades al efectuar las ceremonias de entrega de los diplomas de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales. A las actividades, que se hicieron entre el martes 16 y el jueves 18 de mayo en la aula magna Fundadores de la Universidad, asistieron las autoridades de la Facultad junto con los egresados y sus familiares.  Las jornadas estuvieron acompañadas de aplausos y emotivas palabras.

«Ser abogados y abogadas es un privilegio. Somos la única profesión cuyo título es entregado por una institución y poder del Estado. Somos investidos, existiendo un decoro judicial, y tenemos el monopolio para concurrir ante la justicia. Nadie más lo puede hacer. Es muy importante que las formas en el Derecho se respeten», afirmó en uno de sus discursos el decano Rafael Pastor.

También invitó a los egresados a «siempre seguir estudiando. Para ello, las puertas están siempre abiertas para seguir perfeccionándose en sus estudios de posgrado y de formación continua, así como para quienes tienen una pasión por la investigación».

Junto con felicitar a los nuevos licenciados les deseó un «futuro lleno de éxito, satisfacción y compromiso inquebrantable con la justicia. En este día, los insto a mantener vivos los principios entregados. Recordemos siempre que el ejercicio del Derecho es una vocación, una oportunidad para hacer el bien y marcar una diferencia significativa en la vida de las personas y la sociedad en su conjunto».

A los discursos de la máxima autoridad de la Facultad se sumaron los de los egresados, quienes se refirieron al importante viaje educativo que finalizaron. Fidel Antonio López, uno de los licenciados que hizo el uso de la palabra en nombre de su generación, destacó que la Universidad Central «realiza un aporte importante a nuestra sociedad, dado su carácter pluralista e inclusivo. En ello me sentí representado, en la medida que las diferencias se respetan en su dialéctica. Estos propósitos justifican, en nuestra profesión, la búsqueda permanente y acceso a la justicia para todos y, particularmente, para las personas más humildes o de escasos recursos».

Reconocimientos

En las ceremonias no solo se confirieron los diplomas de Licenciatura, sino que también distinciones por méritos académicos. La directora (i) de la Escuela de Derecho y Trabajo Social, Catalina Novoa, junto a directora (i) de la carrera de Derecho, Maite Arauco, fueron las encargadas de entregar los obsequios.

Laura Becerra (25 años), una de las licenciadas que recibió un presente, manifestó que es «gratificante haber recibido este reconocimiento, sobre todo porque nuestra carrera no termina con el egreso, sino que ahí recién empieza la etapa de fuego, el desafío más grande para todos nosotros. Siempre me destaqué en pregrado, pero una vez que se egresa no sabes cómo va a terminar siendo el examen final, así que súper agradecida y muy contenta, sobre todo por ver a mi madre igual de feliz. Todo se resume en su felicidad».

Además entregó un mensaje a los estudiantes de Derecho: «Van a haber días donde uno quiere tirar la toalla y no seguir, pero hay que darle con todo no más, siempre, siempre, saldrá la luz al final del túnel, aunque parezca una frase cliché. Hay que despertarse aunque no quiera, estudiar, sobre todo en el examen de grado que, para mí, fue lo más desafiante. Todo vale la pena al final y que no se rindan».