Jueves 10 de Enero de 2013
"Esta es la dura verdad: la inclusión no opera en la educación pues está segmentada según los niveles sociales. Cuando se analizan resultados de exámenes como el SIMCE y la PSU, se ratifica esta incómoda realidad; si tus padres ganan poco dinero tendrás educación de mala calidad, si ellos tienen ingresos medios puedes debatirte entre una mediocre o "no tan mala" y si vives en una familia privilegiada tendrás educación de calidad nacional", con esta introducción el rector de la Universidad Central, Rafael Rosell, dio el vamos al II Seminario Escuelas Inclusivas: equidad y calidad para todos.
La autoridad centralina explicó que este análisis de la realidad nacional es la base para entrar a cualquier debate, general o particular, respecto de las políticas de inclusión en el sector.
"Las exigencias de una educación inclusiva son medulares para construir ciudadanía y avanzar hacia la consecución de un Estado Democrático y Social de Derecho", sostuvo. Al mismo tiempo –explicó- que en las garantías constitucionales nace para el Estado y la sociedad en su conjunto la obligación de alcanzar un sistema educacional inclusivo.
"Generar las competencias profesionales para alcanzar esta meta es un deber de nuestro sector, el de la educación superior, tanto estatal como privada, al cual la Universidad Central adhiere por esencia y voluntariamente", afirmó Rosell.
Trabajo colaborativo
En tanto, Aída Guzmán, coordinadora nacional de Educación Especial del Ministerio de Educación se refirió a la necesidad de fortalecer el trabajo colaborativo, ya que en conjunto Estado, establecimientos educacionales, instituciones formadoras y comunidad escolar deben profundizar en cómo desarrollar y aplicar políticas que permitan el desarrollo pleno de la educación inclusiva en el país.
Agregó que si bien el contexto legal determina apoyos, beneficios, deberes y obligaciones, en relación a los estudiantes con necesidades educativas especiales, hay que poner el foco en desarrollar, por ejemplo, un plan de adecuación curricular individual y fortalecer la coenseñanza.
Alfredo Liu, Ejecutivo de Proyectos FONDEF de CONICYT, se refirió al aporte que desde esa institución se ha realizado a la educación inclusiva y el significado del proyecto de la Universidad Central en ese contexto.
"Entendiendo la necesidad de contar con un instrumento para evaluar la calidad de la respuesta educativa a los alumnos con necesidades educativas especiales en la escuela común, apoyamos la ejecución del proyecto Fondef del cual nace esta iniciativa desarrollada en conjunto por la Universidad Central y la Fundación Hineni", dijo.
Respecto del término del proyecto, el representante de Fondef manifestó que "debe ser vista como la culminación de una etapa dentro de un proceso que aún tiene grandes desafíos por delante: transformar un resultado exitoso en el área de investigación y desarrollo, en un proyecto comercial que efectivamente llegue a los estudiantes".
El seminario, organizado por el Centro de Desarrollo e Innovación en Educación Inclusiva de la Facultad de Ciencias de la Educación, busca generar reflexión y debate respecto de los caminos a seguir para avanzar hacia escuelas y aulas más inclusivas, que promuevan el aprendizaje y la participación de todos los estudiantes.
El seminario contó además con la participación de los expertos internacionales Dra. Lani Florian de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido, y el Dr. Gerardo Echeita, de la Universidad Autónoma de Madrid, España.
El encuentro sirvió de plataforma para presentar los primeros resultados de la aplicación del Modelo de Evaluación Inclusiva en diversas comunidades escolares de las regiones de Coquimbo, O'Higgins y Metropolitana, iniciativa desarrollada en el marco de un Proyecto FONDEF de CONICYT. La presentación fue realizada por Cynthia Duk, directora del Centro de Desarrollo e Innovación en Educación Inclusiva de la Universidad Central.
