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Martes 1 de Abril de 2014

Secretario General de la OEA inauguró año académico 2014 en la UCEN

José Miguel Insulza realizó una clase magistral en la cual manifestó que “la democracia en América Latina está mucho mejor que antes, pero todavía hay muchos desafíos que superar”.

Con motivo de la inauguración de su año académico 2014, y con la presencia de importantes autoridades de diversos ámbitos de nuestra sociedad, la Universidad Central de Chile (UCEN) recibió la presencia del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. El también ex ministro de estado de nuestro país arribó hasta el aula magna Fundadores de nuestra casa de estudios donde fue recibido por más de un centenar de personas quienes repletaron el lugar para participar en un acto solemne y que marca formalmente el inicio de las actividades académicas en la UCEN.

Durante la ocasión José Miguel Insulza tuvo palabras de agradecimiento para las autoridades del plantel por la invitación extendida, recordando su paso como académico de nuestras aulas además de contar con una Arquitecta centralina en su núcleo familiar.

Entrando de lleno en su exposición, la autoridad habló sobre democracia, participación y derechos sociales en América Latina. Al respecto afirmó que “lo primero que debo decir es que la democracia goza, en general, de buena salud en nuestro continente. Desde luego tiene aún muchos defectos, y enfrenta también desafíos importantes. Pero no hay que olvidar que esta condición democrática se vive más plenamente en nuestra región desde hace apenas unas tres décadas”.

Al respecto agregó también que “la pregunta que debemos hacernos, en consecuencia, es si la democracia que hemos alcanzado, particularmente la que tenemos hoy en América Latina y el Caribe, alcanza para ayudarnos a superar esos problemas. Mi respuesta es no”. El máximo representante de la OEA sostuvo que la exigencia democrática de hoy en día es mucho mayor que la que existía hace un siglo. “Todos tenemos claro hoy que una democracia no se construye exclusivamente con el ejercicio del voto, y que las elecciones libres y participativas son un componente fundamental, pero no suficiente”, indicó.

Imagen foto_00000012Existe una segunda dimensión, prosiguió, que es “el pleno ejercicio de los derechos que la ciudadanía confiere a todos los hombres y mujeres que habitan un país democrático”. “Ser ciudadano ya no significa solamente elegir gobernantes y gozar de su protección. Significa también tener derechos humanos, que el Estado se obliga a respetar y hacer respetar: el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad, la libertad de expresión, de reunión, de asociación, junto a otros derechos civiles y el derecho a conocer, debatir y participar de las decisiones de la autoridad, son hoy también inherentes a la democracia”, puntualizó.

Siguiendo con esta línea de razonamiento, el líder de la organización hemisférica aseveró que “a la democracia política y civil se agrega además una dimensión social. La democracia es completa sólo cuando es capaz de entregar resultados a sus ciudadanos, asegurando oportunidades de desarrollo para todos y todas”. De esta manera, indicó, se puede explicar y entender el reclamo ciudadano que se escucha en las calles de buena parte de los países del continente. “Y es que los ciudadanos de nuestra región creen cada vez más en la democracia, pero al mismo tiempo entienden que ella debe también expresarse en resultados tangibles en su vida cotidiana”, aseveró, advirtiendo que esa exigencia se hará cada vez mayor. “Si el Estado democrático no entrega por igual, a todas y todos, los beneficios del progreso, el resentimiento será inevitable, como es inevitable que se constituya en un caldo de cultivo para la inestabilidad de la propia democracia, porque la sociedad en su conjunto –o grupos que se sientan particularmente rezagados- seguirán utilizando todos los medios a su alcance para manifestar su insatisfacción”, agregó.

En su exposición, el Secretario general de la OEA, identificó algunos de los principales desafíos estructurales que hoy enfrentan las democracias de la región. “En primer lugar, una sociedad democrática no es compatible con la subsistencia de niveles extremos de desigualdad. No puede haber una condición económico-social de nacimiento que determine la calidad de vida y la educación, la salud, la vivienda y la seguridad pública a la que se puede tener acceso. La distribución desigual del ingreso en América Latina no tiene parangón en ninguna región del mundo”. En segundo lugar, mencionó, la sociedad democrática “no es compatible con la existencia de grupos que rechazan las normas de la sociedad civil y viven al margen de ella. Las expresiones criminales que existen en nuestro hemisferio, ligadas al crimen organizado, al narcotráfico, al tráfico de personas, configuran formas paralelas de vida, con sus propias reglas y organizaciones, ciertamente que no son compatibles con nuestro principio democrático”.

Por su parte, el Rector de la Universidad Central de Chile, Rafael Rosell Aiquel, al saludar su presencia, sostuvo que la institución que dirige fue fundada en los principios de libertad de cátedra, libertad de pensamiento y compromiso con la sociedad, e indicó que en la actualidad se encuentra en un dinámico proceso de internacionalización académica. En este sentido esbozó el “interés de la Universidad Central de Chile por cooperar con la OEA en el ámbito de la educación superior, integrándonos al Consorcio de Universidades de la OEA y poner al servicio de las universidades miembros toda nuestra capacidad y contactos internacionales. Estamos disponibles para recibir estudiantes de todos los países de la organización, así como facilitar los estudios de nuestros alumnos en el exterior, del mismo modo que lo estamos haciendo en la Alianza del Pacífico, la Unión Europea o el Asia”, aseguró.



Debate por financiamiento entre Ues públicas y privadas

Durante su intervención, y aterrizando de lleno en el plano local, el rector Rafael Rosell se refirió a lo que sucede actualmente en el debate sobre financiamiento en la educación superior. Al respecto la autoridad universitaria manifestó que “en nuestra opinión la educación superior, como derecho social y esencial, incide de manera fundamental en el desarrollo social, cultural y económico del país, por lo que su provisión siempre es de responsabilidad pública. Aceptarlo como tal constituye una premisa básica para la consolidación de un nuevo sistema de educación, el que deberá centrarse en criterios de calidad, justicia y equidad, sin espacios para la exclusión arbitraria o el lucro.

Imagen foto_00000014Referente a este último punto, la autoridad dio a conocer una importante noticia para toda la comunidad centralina tras el fallo de la Corte Suprema en el caso Norte Sur. “El año 2011 estuvimos en contra del intento de venta de la universidad a una Sociedad de Inversiones, la misma que nos demandó a comienzos del año 2012 por 1.000 millones de pesos como indemnización, porque rechazamos violar la ley y lucrar con la educación, porque rechazamos mercantilizarnos y nos opusimos con todas nuestras fuerzas a la venta de la UCEN. Pues bien, traigo noticias a nuestra comunidad, el jueves pasado la Excelentísima Corte Suprema rechazó el último recurso presentado por nuestros demandantes. Hemos ganado, se cierra este capítulo con el reconocimiento expreso de los tribunales de justicia. Teníamos razón, la lucha no fue en vano, los principios brillaron y la justicia primó; una vez más la Universidad Central de Chile se convierte en faro de lo que acontece en el país, sin controladores ni grupos de influencia.  “Nosotros somos nosotros, libres e independientes”, como decía don Gonzalo Hernández, uno de nuestros fundadores. A toda esta comunidad UCEN, académicos, estudiantes, funcionarios y egresados mis agradecimientos por ser y haber sido protagonistas de esta epopeya. Se merecen un aplauso”, indicó.

Retomando el debate en educación, donde el rector Rafael Rosell ha sido entrevistado por diversos medios de comunicación consolidando su posicionamiento como referente en la materia, agregó además que “en la discusión de la educación universitaria deben tomarse en cuenta elementos de corte sociocultural y político y no sólo un enfoque económico. La educación universitaria debe ser accesible a todos sobre la base de las capacidades de cada uno, en un contexto cierto de igualdad de oportunidades. La premisa de igualdad para crecer es determinante en el análisis de un proyecto de sociedad más justa y solidaria, y a eso nos debe convocar este debate”, enfatizó.

En cuanto al rol del Estado comentó que “nos parece que el foco de la discusión no es  la dicotomía estatal/no estatal. El Estado debe asumir la responsabilidad que tiene de mejorar las oportunidades educacionales de los grupos menos privilegiados eliminando así los malos entendidos que desvían el debate únicamente hacia la “propiedad” de las universidades, en este debate pequeño se pierde el foco de lo verdaderamente importante.

En este contexto, entendemos por educación pública aquella provista por entidades estatales y no estatales, acompañadas de ciertas características, por ejemplo: el pluralismo, la participación de sus estamentos en la vida universitaria, la reinversión de sus excedentes en la universidad, siendo el punto focal para distinguir unas de otras   su vocación de servicio, donde el interés general o bien común prime sobre el interés particular de algunos”.

Al finalizar su intervención Rosell planteó que “no existe un mejor momento que hoy para llevar a cabo el proyecto de nuestros fundadores. Hoy, contamos con el terreno más fértil para crecer y hacernos fuertes. Nosotros, los libres e independientes. Nosotros, los de la Universidad Central de Chile. A ello los llamo: a que nos acompañen a superarnos, a ser mejores, a tener un protagonismo mayor en este nuevo ciclo que nuestra Patria inaugura”, concluyó la autoridad.

De esta manera la Universidad Central de Chile dio por inaugurado su año académico 2014 como parte de una tradición que ha tenido a importantes exponentes académicos, políticos, económicos, legislativos y culturales como parte de sus invitados. A su vez nuestra casa de estudios reafirma su compromiso fundacional orientado hacia la calidad, la libertad y la independencia, siendo protagonista de los cambios que Chile necesita para alcanzar su desarrollo, uno enmarcado por la sustentabilidad y el respeto a la diversidad.