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Miércoles 14 de Noviembre de 2012

Presidente de la HJD llamó a la comunidad centralina a sentirse orgullosa de ser parte de un modelo de universidad único en Chile

Ricardo Napadensky recordó la trayectoria de nuestra casa de estudios e instó a los asistentes a "ser capaces de posicionar la Universidad desde su sello identitario".


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Ricardo Napadensky Bauzá, presidente de la Junta Directiva de la Universidad Central

Con un paseo de la memoria por la historia de nuestra Universidad y un llamado a seguir defendiendo con orgullo su sello particular, "porque de alguna forma todos los aquí presentes somos "culpables" o responsables de ello", el presidente de la Junta Directiva de la Universidad Central, Ricardo Napadensky, encabezó la ceremonia oficial del trigésimo aniversario de nuestra casa de estudios superiores.

Ante la numerosa concurrencia del aula magna, el directivo recordó que en momentos difíciles para nuestro país, cuando "la educación pública sufría la embestida autoritaria del gobierno de la época", se fundó una universidad que, siendo privada, se comprometía a resguardar los principios básicos de una formación con valores laicos, democráticos y pluralista.

Así, a lo largo de su existencia, la UCEN fue alcanzando primero la autonomía, y luego la acreditación institucional, hechos que avalan la calidad de nuestro proyecto educativo. "A lo largo de estos años se han ido sumando carreras a las nueve originales, también se abrió una amplia línea de postgrados, diplomados, y prosecución de estudios. Actualmente se ofrecen treinta carreras de pregrado en Santiago y cinco en sedes regionales, con una matrícula de más de 13.000 estudiantes, cifra impensable para el primer año académico, cuando la casa de estudios abrió sus puertas por primera vez con 603 alumnos", dijo.

Junto con destacar el crecimiento de infraestructura, destacó que "los horizontes territoriales se extendieron con la creación de las sedes La Serena y Antofagasta". Añadió que hoy tenemos más de noventa convenios con instituciones extranjeras y en un futuro muy cercano se inaugurará un salón Confucio, en el campus Gonzalo Hernández Uribe, y un Instituto Confucio, radicado en la sede La Serena.

Además, el presidente Napadensky recordó los momentos de tensión vividos por la comunidad centralina y consideró que "la Universidad Central fue capaz de revertir amenazas serias y transformarlas en fortalezas. Creo que hemos logrado dar un salto en la institucionalidad y creado los cimientos de una tradición democrática que perdurará".

Agregó que en el reciente proceso de acreditación, "se reafirmaron nuestros principios institucionales y quedó al descubierto todo un potencial humano de fuerte raigambre centralina, de sentido de pertenencia y dedicación a esta Universidad", por lo que agradeció "la disposición de los académicos, la preocupación de los funcionarios, el involucramiento de los estudiantes, y el compromiso de la comunidad toda en seguir construyendo la Universidad Central para convertirla en la institución que deseamos y necesitamos ser".

Finalmente, expuso que "la Central es hoy una universidad que busca mejorar su calidad académica, pero también reafirmar su vocación pluralista, inclusiva, sensible a las desigualdades sociales, sin fines de lucro, democrática, y de fuerte compromiso con el crecimiento del país y aporte a la sociedad, gracias a la labor conjunta de todos los que estamos aquí presentes; gracias a la certeza que tenemos de "ser parte" de un modelo de universidad único, en la titánica tarea de formar las nuevas generaciones de protagonistas que harán el Chile del mañana.