En abril del año 2013 la dirección de Recursos Humanos, de la vicerrectoría de Administración y Finanzas, impulsó un programa que buscaba cambiarle la vida a funcionarios y docentes de la Universidad Central. La iniciativa pretendía instaurar una política de vida saludable y en poco más de un año ya hay excelentes resultados.
Ximena Aravena, coordinadora del programa Vida Saludable explicó la importancia de esta iniciativa. “La idea apunta a mejorar la vida cotidiana de nuestra comunidad generando hábitos de alimentación y actividad física. El trasfondo es educar a la gente del ‘cómo’ y el ‘por qué’ se debe llegar a una vida saludable”, explicó.
“Hicimos una evaluación física en la cual constatamos que el 76% de los colaboradores presenta índices de obesidad. Ese valor es demasiado alto y se debe a la falta de deporte, de educación sobre la alimentación. El consumo de comida ‘chatarra’ es común y se entiende con la oferta que existe en el mercado en las cercanías de los lugares de trabajo”, aseguró Aravena.
La dirección de Recursos Humanos ha implementado varias actividades para que los funcionarios tengan una vida más activa. “Entre las actividades que se encuentran a disposición de los funcionarios está ‘pausa activa’, la ‘masoterapia’, entre otros. Es fundamental generar hábitos saludables”, complementó la coordinadora del programa de Vida Saludable.
Funciona sin sufrimiento
Víctor Pérez, chofer estafeta del área de Administración y Servicios de casa central, decidió probar el programa de Vida Saludable. Siguió al pie de la letra las indicaciones de los profesionales UCEN y en siente meses logró reducir ocho kilos.
“Conocí esta actividad a través de la página web y decidí intentarlo. Me di cuenta que tenía un sistema para comer erróneo y soluciones perjudiciales, como lo es comer poco para tratar de bajar peso. Lo más importante es aprender y eso fue lo que más me ha servido”, cuenta Pérez, que estuvo desde mayo a diciembre bajo supervisión.
Además, el funcionario afirmó que no ha sido difícil seguir las indicaciones. “No he pasado hambre. He reacomodado mis comidas y ordenado mis horarios. La dieta no es sinónimo de comer solo lechuga o pasarlo mal, se puede bajar sin sufrir. Ahora me canso menos, me queda bien ropa que antes no podía ocupar, ando con más energía y con ganas de hacer más cosas. Estoy muy feliz con el cambio”, agrega.
Para finalizar, Víctor ‘2.0’ agradeció y valoró la preocupación de la Universidad Central. “Es una iniciativa muy buena porque lleva a mejorar todo. Un funcionario con buena salud anda mejor. Hay muy pocas instituciones que se hagan este tipo de cosas, me parece que es un ejemplo a seguir”, cerró.