Humberto Maturana y Ximena Dávila inauguran año académico en FACSO

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"Los seres humanos somos seres biológico culturales, no somos un mosaico, sino que somos una unidad integrada e integradora de todas las dimensiones de lo que ocurre en el mundo, que por lo demás nosotros mismos generamos como seres humanos", señaló el destacado biólogo y epistemólogo Humberto Maturana ante más de 500 estudiantes y académicos de la Universidad Central.

Maturana junto a la profesora y epistemóloga Ximena Dávila, participó en la inauguración del año académico de la Escuela de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central. En una charla, en que se fueron entremezclando en una activa dinámica las ideas, opiniones y argumentos de ambos profesionales, se rescató el valor de una educación compleja e integradora para el desarrollo y la construcción social.

"Estamos hablando de todos los aspectos del vivir cultural, del vivir biológico. En nosotros, los seres humanos, están enlazados todos los aspectos, no son separables. Lo que nos pasa en nuestra cultura termina modificando lo que nos pasa en nuestra biología y lo que nos pasa en nuestra biología termina modificando lo que nos pasa en nuestra cultura", explicó Maturana.

Ximena Dávila, en tanto, puso el foco en lo que, en su parecer, es el lugar donde ocurre el aprendizaje y se genera educación real. "El conocimiento se genera a través del lenguaje, la reflexión y las emociones. La reflexión en sí misma es una emoción, una aspiración, un deseo. Es necesario soltar las certidumbres y abrirse a escuchar, a ser capaces de dejar de tener la razón y poder validar al otro, en base a su historia y experiencias. La construcción social se configura con individuos, no con individualismos", manifestó.

La clase magistral no solo acaparó el interés de los estudiantes de psicología, hasta el aula magna llegaron centralinos de otras carreas y de las sedes de Antofagasta y La Serena.  Es más, grupos de estudiantes, académicos y autoridades siguieron atentos la conversación en su transmisión vía streaming.

Y no solo eso, la dinámica de los conferencistas permitió que estudiantes y académicos hicieran preguntas y aportes a los planteamientos de la charla, generándose en esos momentos una fructífera conversación, que se mantuvo por más de dos horas.

El lenguaje, fundamento de lo humano

Durante su exposición Humberto Maturana  aclaró que el lenguaje tiene un valor determinante para el desarrollo, construcción y evolución tanto de los individuos como la sociedad en su conjunto. De ahí que el académico otorgue relevancia a la palabra, tanto oral como escrita, externa e interna, como un factor de importancia para el camino del crecimiento, en función de las relaciones interdependientes entre pensamiento, emoción y lenguaje

"Con el lenguaje surgen el conversar y el emocionar y en estas interacciones de mutua aceptación y de sinceridad entre las personas se genera un espacio único, relacional, que es el amor. Todo lo humano se da en ese espacio relacional  que tiene importantes implicancias para la educación; en un entorno amable, grato, desconfianza y mutua aceptación se aprende y se vive mejor".

Agregó también que "la reflexión es un acto que exige soltar lo que se tiene para ponerlo en el espacio de las emociones, y mirarlo. Si no soy capaz de asumir la actitud de dejar lo que tengo para observarlo, nunca podré ser responsable de mis acciones, porque buscaré una justificación fuera de mis emociones, en la pretensión de tener acceso a una realidad trascendente. Si miro lo que tengo puedo darme cuenta si lo quiero o no lo quiero, y ese acto pertenece al emocionar, no al razonar aun cuando hablemos de lo razonable. Para hacer algo, en cambio, requiero de la razón, pero no lo haré sin la emoción que sustenta la acción que quiero realizar. La educación se da en la convivencia; la emoción que funda lo social, que esa posible esa convivencia es el amor", concluyó.