
Martes 10 de Diciembre de 2013
En el marco de la Incubadora de Proyectos Sociales fueron galardonados 21 alumnos que aprobaron un curso para comunicarse con personas con discapacidad auditiva.
21 alumnos de la Universidad Central aprobaron el taller de “Capacitación en lengua de señas a nivel básico” y fueron galardonados con un diploma que acreditó su capacitación. Este proyecto fue generado por Augusto Geiger Gallegos, trabajador social y estudiante de quinto año de la carrera de Derecho, a través de la iniciativa Incubadora de Proyectos Sociales del Programa de Desarrollo Social dependiente de la Vicerrectoría Académica.
Pero todo comenzó meses atrás, cuando el estudiante de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS) se enfrentó a una situación en la que no pudo comunicarse con una persona que tiene discapacidad auditiva. “La iniciativa parte de una necesidad personal. Quise aprender la lengua de señas, porque una vez no pude comunicarme con alguien de estas características y surgió la necesidad de ser más inclusivo y quise hacer este proyecto. Supe que la universidad tenía fondos para este tipo de iniciativas y decidí realizar este taller para poder tener una herramienta comunicacional”, aseguró.
Es por eso que el joven, oriundo de Punta Arenas, postuló a la incubadora para llevar a cabo un taller para capacitar a alumnos de la Universidad Central en el lenguaje de señas. “En un comienzo el curso estaba presupuestado para 15 postulantes, pero llegaron más de 50 personas. Logramos aumentar a 25 los cupos y se graduaron 21 estudiantes, lo que me tiene muy contento”, agregó Geiger.
“Esto es hacer vida universitaria, nosotros tenemos que ser agentes activos de nuestro aprendizaje y también realizar proyectos que tengan impacto en la sociedad. Es una oportunidad muy importante la oportunidad de los fondos del programa de la incubadora de desarrollo social, porque permiten a los alumnos hacer realizar esa vocación de agente”, sostuvo el alumno de quinto año de Derecho, quien comentó que “no sólo capacitamos, además tuvimos actividades de vinculación con el medio. Trabajamos con chicos de una escuela de Sierra Bella, que tienen discapacidad auditiva”.
Mónica Contreras, coordinadora Programa de Desarrollo Social destacó la importancia de la iniciativa. “Este proyecto superó nuestras expectativas, porque logró contribuir en un tema en el que la UCEN puede aportar a la sociedad y ser pionero en la materia. Este taller de lengua de señas es un gran aporte a la comunidad y esperamos que este tema no quede acá y siga desarrollándose”, afirmó.
Constanza Ramírez, alumna Derecho (vespertino), señaló la importancia que les brinda la UCEN de tomar cursos de este tipo. “Vi los letreros que están en la universidad y lo tomé porque hace tiempo que tenía ganas de tomar un taller de lenguaje de señas. Es óptimo que exista la posibilidad de tomar estos cursos, esto potencia a los alumnos y nos da herramientas para desarrollaron e interactuar de mejor manera con el mundo y también tener otra perspectiva de las personas con algún tipo de discapacidad”, aseveró.
“Tuvimos la posibilidad de aplicar nuestros conocimientos en una actividad con niños de la escuela de Sierra Bella y no tuvimos ningún problema en comunicarnos, eso fue una experiencia fue satisfactoria”, complementó Ramírez.