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Jueves 30 de Enero de 2014

Centralinas realizan talleres para adultos mayores del Hogar San José

Paulina Ahumada y Pabla Orellana, ambas estudiantes de Terapia Ocupacional, lideran el grupo que efectúa actividades con los adultos mayores para ayudar a mantener habilidades cognitivas y relacionales.

 

En 1936, en el centro de Rancagua, se fundó un Hogar San José para adultos mayores. La institución está a cargo de la Congregación Chilena de las Hermanas Hospitalarias del Sacratísimo Corazón de Jesús.

El lugar dispone de cerca de 40 camas para atender de manera digna y personalizada, pero de todas formas siempre se requiere ayuda, según los encargados. Es por esto que dos estudiantes de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad Central se motivaron con la idea de aplicar sus conocimientos y aportar con ello al trabajo del hogar.

Paulina Ahumada y Pabla Orellana lideran un grupo que presentó un proyecto a la Incubadora de Proyectos Sociales, del Programa de Desarrollo Social de la Vicerrectoría Académica, para realizar talleres con los adultos mayores.

La idea surgió tras cursar un ramo en la UCEN (Proyecto de Integración Social II). “Después de mucho buscar y pensar en un buen lugar para realizar el proyecto escogimos el Hogar San José, ya que una de las integrantes del grupo es de Rancagua y conocía el lugar ya que su hermana había hecho práctica profesional ahí. Es un hogar muy vulnerable y el más antiguo de la ciudad”, aseguró Paulina Ahumada.

Además, la estudiante afirmó que conoció la Incubadora de Proyectos Sociales a través de una docente. “A través de Viviana Rodríguez conocimos de esta oportunidad, porque junto a algunas compañeras buscábamos financiamiento para el proyecto”, agregó.

“La universidad mediante estas iniciativas nos impulsa a poder llevar a cabo nuestras ideas, lo que nos permiten desarrollarnos y aprender a través de la práctica o la ejecución de nuestros proyectos a ser futuros profesionales completos y llenos de experiencias o vivencias que ayudaran a enfrentarnos a distintos escenarios  del mundo laboral”, complementó Ahumada.

Margarita Oyarzún, madre de Paulina, colabora enseñando a los adultos mayores a tejer croché y cada vez se ha ido involucrando más con el proyecto de su hija. “Me parece fantástico que la Universidad Central potencia este tipo de iniciativas en sus alumnos. Hoy la juventud se preocupa de otras cosas y cuenta inculcar la importancia de ayudar a los demás”, manifestó.

Itala Díaz, asistente del Hogar San José, valoró la ayuda de las centralinas. “Es muy bueno que puedan venir a ver a los adultos mayores, dado que no reciben muchas visitas y los entretienen con actividades recreativas. Ellos siempre están solicitando ayuda y su colaboración es muy útil. Están totalmente abandonados, por eso cualquier actividad es muy buena para ellos”, aseveró.