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Martes 24 de Noviembre de 2020

Trabajar en equipo de manera más sana y colaborativa

Ps. Constanze Ihl

Trabajar en equipo puede confundirse con el trabajo en grupo, pero es importante comprender que no necesariamente implican lo mismo.

El trabajo en grupo, es una actividad a desarrollar entre varias personas. El cómo se desarrolle puede ser de muchas formas, en ocasiones significando una suma de partes trabajadas individualmente, sin existir una coordinación al momento de definir objetivos o tareas a realizar. Esa es la principal diferencia con el trabajo en equipo, el cual alude a la modalidad de trabajo que permite intercambiar roles y apoyarse mutuamente, siendo todos los miembros responsables, de igual manera, de llevar a cabo sus funciones y existiendo equidad en la distribución de tareas.

Los objetivos a lograr se definen en conjunto, es decir, todos/as deciden, no solamente una persona. Para ello, es central que exista una comunicación fluida que permita una adecuada comprensión de los objetivos a lograr y basada principalmente en el respeto a las opiniones de todos sus miembros. Se deben escuchar todas las miradas e ideas y en base a ello, se recomienda darse el suficiente tiempo para llegar a consensos entre todos, acerca de los elementos a incluir en el trabajo. Por eso, es vital expresar lo que necesitamos, lo que esperamos o aquello que nos molesta, siempre hablando en primera persona, comunicando de forma calmada, respetuosa y sin pasar a llevar a nuestro interlocutor. Al comunicarse de manera asertiva es posible establecer límites frente a las demandas de los otros, de modo que se respeten los tiempos que cada uno necesita para llevar a cabo el trabajo.

De esta manera el trabajo se convierte en una acción colaborativa; lo hecho por una persona, apoya y complementa el trabajo de otro integrante del equipo.

Al trabajar en equipo, se recomienda contar con un liderazgo participativo que permita dividir roles y tareas entre todas/os. Cada miembro se hace responsable de su trabajo autónomo y contribuye al logro de los objetivos comunes. La principal ventaja de este tipo de liderazgo dice relación con evitar conductas autoritarias de alguno de los miembros que conlleve en la toma de decisiones en base a la opinión de unos pocos, sin considerar las ideas o puntos de vista de los demás y que permita visibilizar posibles presiones de grupo que impliquen que ciertos miembros sientan no tener el derecho de dar su opinión. Existiendo este tipo de liderazgo, lo más relevante es que el proceso de trabajar sea experimentado por cada miembro como algo agradable y en la medida que eso se cumpla, será posible lograr los resultados esperados. Cada uno de los miembros son responsables de lo logrado, evitando que la responsabilidad recaiga en una sola persona, por un trabajo que fue o debiese ser realizado en conjunto.

Para lograr resolver conflictos al interior del equipo de trabajo de manera sana, se recomienda consultar a cada miembro qué identifica como un problema, siendo central tener la disposición de escucharse unos a otros para lograr reconocer las causas del problema en conjunto. Posteriormente, se debe propiciar que las partes se pongan de acuerdo, respetando las distintas opiniones para hallar soluciones en conjunto y llevar a cabo la que se considere que logra dar solución al problema, de mejor forma.

Aprender a expresar directamente lo que se necesita o aquello que molesta y verlo como una oportunidad de crecimiento, es esencial para el trabajo en equipo. Si evitas mencionar lo que necesitas con tal de no incomodar y sin aclarar lo que esperas del otro, es un estilo de comunicación pasiva. Si respondes desde la rabia, impulsividad y molestia, es muy probable que eso conlleve una reacción defensiva de parte del oyente y constituye un estilo de comunicación agresiva. La comunicación asertiva, en cambio, permite plantear directamente lo que necesito y espero de otra persona, con respeto y de forma calmada y clara. Se expresa la situación que incomodó, la emoción qué sentí y lo que espero del otro, de manera objetiva y siempre en primera persona, evitando usar generalizaciones.

Es muy importante comprender que el resultado a lograr es responsabilidad del equipo y de cada miembro, para lo cual se hace necesario aprender a comprender que es posible que se cometan errores y que ello es parte del proceso de aprendizaje. Es bueno recordar que la perfección no existe y que pretender alcanzarla, sin permitirse fallar, puede conllevar gran frustración para quienes integran el equipo. Es esencial aprender a ser consciente y regular la auto-exigencia, así como también reconocer los logros y el aprendizaje en el error, para evitar agobiarse a una/o misma/o y al equipo de trabajo.

Trabajar en equipo resulta ventajoso, en tanto permite que se discutan distintas visiones antes de tomar una decisión, implicando en general el logro de un mejor resultado y una mayor motivación por aprender, al sentirse cada una/o acompañada/o en el proceso.