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Responsabilidad afectiva en la relación de pareja

Ps. Alejandra Zuleta

Existe una diversidad de formas de constituirse y funcionar como pareja, pero todas tienen en común la importancia de la comunicación, como un pilar que sustenta, limita o posibilita el presente y futuro de una relación.

Pero, ¿qué aspecto de la comunicación en pareja habla del compromiso afectivo existente? poner un nombre a la relación; somos pololos/as, novios/as, pareja; definir el tipo de vínculo, por ejemplo si es monógamo, exclusivo; el uso de palabras que aluden al nivel de sentimiento que se tiene por el otro, como decir “me gustas”, “te quiero” o “te amo”; y en el caso de una relación abierta, por ejemplo acordar que se puede tener sexo con otras personas, evitando involucrar sentimientos profundos o enamorarse. Todos ellos pueden ser aspectos en una relación que hablan de que existen acuerdos implícitos y explícitos de lo que es permitido y lo que no dentro de la relación. Estos también aluden a que cada integrante en la pareja ha aceptado y le hace sentido la definición de ser pareja que han construido; que han llegado a acuerdos y consensos en que ambos/as se sienten valorados/as y respetados/as en sus opiniones de cómo quieren llevar a cabo esa relación. Ante ello, el aspecto fundamental de la comunicación dentro de la pareja, es la responsabilidad afectiva.

¿Qué es la responsabilidad afectiva? Ser capaces de expresar nuestras necesidades y emociones siendo respetuosos/as de las emociones de el/la otro/a. Tener consciencia de que lo que decimos y hacemos tiene un impacto en los demás y que los vínculos que establecemos con otros implican un cuidado mutuo.

¿Podemos aprender a ser responsables afectivamente? Claro que sí. Esta capacidad relacional tiene que ver con aspectos de nuestra inteligencia emocional y se puede desarrollar en la medida de que tomemos conciencia de la necesidad de generar cambios en nuestra forma de comportarnos con el otro, que posibiliten una mejor comunicación en base a la empatía, asertividad y respeto mutuo. Para ello puedes tener en cuenta aplicar las siguientes estrategias dentro de la comunicación en pareja:

  • Hablar sobre nuestros sentimientos, necesidades y expectativas sobre la relación. Por ejemplo, cuando comenzamos a salir con una persona, es importante ser sincero/a, evitando ocultar información, así la otra persona también podrá decidir sobre el curso que desee que lleve la relación. En este sentido, también es importante dejar claro el tipo de vínculo que se desea tener, así se logrará construir una relación afectiva más equitativa, respetuosa y transparente.
  • Preocuparnos de cómo expresamos nuestro sentir, tanto en el contenido como en la forma, sobre todo frente a situaciones que nos molestan. El tomarnos un tiempo para pensar que nos generó el enojo, identificar de qué me puedo hacer responsable y de que no, buscar las palabras y el momento adecuado para expresar mi molestia, es mejor alternativa a actuar desde la impulsividad, la victimización o la culpa. Es importante comunicar y al hacerlo ser honestos/as, pero cuidando al otro. Si por ejemplo decidimos poner término a una relación de pareja, sabemos que no podemos evitar quizás el dolor, pero si somos asertivos/as y responsables, esa persona puede recibir e integrar la noticia de una forma más adecuada.
  • Plantear límites de mutuo acuerdo a través del diálogo, con la intención de respetarse, es decir conversar acerca de lo que está permitido y que no en la relación de pareja.
  • Validación recíproca de los sentimientos. Ningún sentimiento está por sobre el del otro. Es importante que dentro de una pareja ambos puedan sentirse seguros y contenidos al momento de requerir abrir sus sentimientos, a veces sucede que un integrante de la pareja evita hablar sobre cómo se siente porque considera que su pareja ya tiene suficientes problemas, en esos casos siempre será mejor expresar y compartir lo que se está viviendo, no quedarnos en suposiciones. Puede que nos sorprendamos con la disposición de escucha y apoyo.
  • Comprender que los conflictos son parte de una relación, que surgirán situaciones que pondrán tensión a la pareja y los desafiará a hacer algo al respecto. Lo importante es no huir o evadir, sino dialogar y abordarlos conjuntamente.

Para lograr vínculos sanos y duraderos, es necesario actuar desde una coherencia entre nuestros pensamientos, emociones, palabras y acciones, siendo también receptivos/as frente a las necesidades del otro, intentando llegar a un equilibrio en que ambos/as se sientan contenidos/as y escuchados/as, y finalmente entender que a la base de esta forma de comunicarnos en pareja tiene que existir respeto, empatía y asertividad.