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Martes 29 de Junio de 2021

Académica de Finarq finaliza con distinción máxima el Doctorado internacional en Innovación Tecnológica en Edificación de la Universidad Politécnica de Madrid

La Doctora Daniela Brizuela presentó su tesis “Influencia de la rigidez de la fibra en el comportamiento estructural de elementos de hormigón armado reforzados con FRP”, por la que fue reconocida con la mención “Cum Lauder”.

Luego de meses de estudio y un incansable trabajo, la académica y primera Ingenieria Civil en Obras Civiles de la UCEN, Dra. Daniela Brizuela, finalizó con distinción máxima el Doctorado internacional en Innovación Tecnológica en Edificación de la Universidad Politécnica de Madrid, a cargo de la Escuela Técnica Superior de Edificación. 

Su tesis titulada “Influencia de la rigidez de la fibra en el comportamiento estructural de elementos de hormigón armado reforzados con FRP”, la llevó a ser reconocida con la mención Cum Lauder, que es el honor más grande al que puede optar un estudiante de Doctorado.

Durante todo este proceso, la académica tuvo el apoyo de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, por lo que agradece a su “jefatura directa, al Decano, mis amigos del departamento de Ciencias Básicas, que me acompañaron durante todo el proceso y a todos mis alumnos que han tenido una paciencia única conmigo durante esta última parte del programa. Doy gracias de haberme encontrado y constatar que nuestros alumnos son empáticos con su entorno, buenas personas y muy inteligentes. Virtudes que hoy por hoy son sumamente necesarias y se complementan con la parte técnica”.

 ¿Cuál fue la motivación para hacer este Doctorado?

Las motivaciones por las cuales una persona puede querer realizar un doctorado son varias, para algunos es algo a lo que aspiran desde muy jóvenes porque tienen súper claro que quieren hacer carrera en docencia y/o en investigación. Parten su trabajo desde el pregrado y siguen una carrera académica en cuanto se les presenta la oportunidad. En mi caso fue un deseo que simplemente surgió. 

Para mi suerte, el año 2015 tuve la oportunidad de entrar a trabajar en mi alma mater, en la Universidad Central, donde pude conocer la docencia y la investigación en primera fuente y decidí ingresar a algún programa de postgrado. En ese momento postule al Magíster de Ingeniería Estructural de la Universidad de Chile y en forma paralela al programa de Doctorado en la Universidad Politécnica de Madrid. Ambos programas me cautivaban. Creo tener algo en el carácter, me gusta siempre ir un poquito más allá y con mucho miedo, me embarqué en este viaje y etapa de mi vida que se llamó "Doctorado". 

¿Cómo fue el proceso de obtención del Doctorado?

Como dicen, "no hay un buen doctorado sin una buena historia detrás que contar" y mi caso no fue la excepción. Me embarqué en este viaje, con mucho miedo, porque estaba recién casada y sabía que por lo general realizar un programa tan extenso y que abarca tantas horas de tu vida tiene un alto costo familiar. Junto con el inicio del programa tuve una pequeña pasantía en España en la Universidad Politécnica de Madrid. Por mucho tiempo, por problemas externos mi avance fue lento, entre tanto me divorcié y ese fue el punto de inflexión que lo cambió todo. Desde ahí en adelante, sólo miré a mi hija día y noche y sacaba fuerzas que no sabía que tenía, respiraba y seguía. Hice mis noches días, mientras los días siguieron siendo días, y todo "tiempo libre" lo dediqué a estudiar, feriados, fines de semana y vacaciones, de forma ininterrumpida por años. Siempre estoy en "desventaja" en cuanto a tiempo, ya que por muchas ganas que le pueda inyectar al estudio, el sólo hecho de ser mamá de un recién nacido, en su momento, porque ahora mi hija es una niña, te hace inevitablemente tener menos tiempo y energía. Si a todo lo anterior le sumamos el estrés de la pandemia, miedos, ansiedades, más una cirugía en el pie que pasó de algo paliativo a una cirugía reconstructiva con una cantidad no menor de meses de recuperación, analgésicos de alta potencia y dolor, resumo que el proceso fue muy muy duro. 

El proceso es largo, uno pasa por varias fases, al principio está encantado, luego existe una fatiga mental, es ahí donde muchos abandonan, yo misma pasé por eso, luego te animas de nuevo, te cuestionas la vida, si todo tiene sentido o no, sientes que nunca vas a terminar, incluyendo la culpa. Lo que me jugó a favor, es mi obstinación. Así pase un tiempo en un valle, donde uno cree que nada pasa, se estudia y trabaja en el tema por mucho tiempo, existe el sentimiento de que no se hace nada, cuando en realidad se está haciendo todo. 

Mi trabajo de tesis tuvo una parte experimental y justo cuando necesitaba  realizar esa parte, el país entró en estallido social. Trabajar en la Universidad y utilizar los laboratorios era complicado, conseguir materiales, un lujo. Luego en el momento de realizar los ensayos, entramos en pandemia y se cerraron las universidades, no tuve acceso a los laboratorios y el trabajo quedó en un punto muerto, hasta que con cada ventana de tiempo entre cuarentenas y cambios de fases, logré tener en mis manos todo lo necesario. Luego nuevamente entré en una especie de "valle de la muerte" y de repente comienzan a observarse los frutos de todo el trabajo realizado con la primera publicación, los que están en borrador y las presentaciones en congresos y seminarios. Finalmente lo que no comenzó muy bien, tuvo un final feliz para mi. 

¿Siente que este aprendizaje será un aporte en su labor tanto profesional como académica? ¿Por qué?

Por supuesto que sí. En lo personal cuando una persona decide embarcarse y estudiar algún programa académico, no solo crece profesionalmente si no que también existe un crecimiento intelectual. Cualquiera sea el programa que uno decida estudiar, proporciona nuevas herramientas para enfrentar la vida profesional y personal. Eso se ve reflejado y los alumnos lo notan. 

Soy docente de alumnos de la carrera de Ingeniería Civil en Obras Civiles y en Ingeniería en Construcción, en asignaturas que son netamente de la línea estructural y principalmente alumnos de último año de carrera. Si me perfecciono en esa línea, y así fue, ellos automáticamente se benefician, porque no solo se enseña, sino que de forma personal, intento ir más allá en los contenidos.

¿Qué mensaje le daría a quienes tienen pensado hacer un Doctorado? 

A todos les quiero decir, que no hay que ser una persona extremadamente inteligente para realizar un doctorado, tal vez porfiado y tener las ganas. Y en ese aspecto perder el miedo y si quieren optar por ese camino perseguirlo para alcanzarlo. 

Segundo quiero aprovechar la oportunidad de dar un mensaje a las mujeres. Son muy pocas las que se lanzan en la aventura de estudiar. Muchas lo pospone en función de formar una familia, la maternidad, etc. A todas ellas, las que escuchan en su interior al "pepe grillo" que les dice todo los días "haz algo más", les digo que lo hagan, que estudiar tiene un costo familiar, social, económico alto, pero si es lo que realmente quieren hacer, yo les digo que en base a mi experiencia es algo totalmente realizable y deben ir por él. No sean tan autoexigentes, busquen programas que se acomoden a su realidad y como consejo, si tienen hijos, aprendan a manejar la culpa, porque todo nos produce culpa cuando nos referimos a los niños. Hagan lo que crean que deben hacer, no se queden con el sentimiento de que algo falta. Tomen todas las oportunidades que la vida les ofrezca. Si sienten miedo, vayan hacia él, eso significa que lo que están haciendo es importante y probablemente sea donde quieran estar. No les voy a mentir, aquellos que vivieron el proceso conmigo vieron lo duro que es, pero no es imposible y ahora que este capítulo de mi vida terminó me siento feliz, realizada y orgullosa de ser la primera egresada de la carrera de Ingeniería Civil en Obras Civiles de la Universidad Central en obtener el grado máximo.