
Jueves 12 de Junio de 2025
Un nuevo impulso para la investigación, innovación y postgrado desde la región de Coquimbo
En conversación con el nuevo Director de Investigación, Innovación y Postgrado, Orlando Robles, se le consultó sobre el nuevo impulso que se busca dar a estas áreas desde la región de Coquimbo. Este diálogo explora sus expectativas y los desafíos que identifica en esta nueva etapa.
¿Cuáles son sus expectativas en esta nueva etapa y qué desafíos identifica, especialmente en relación con la región de Coquimbo?
Hoy tenemos tres grandes misiones: la primera es transmitir el conocimiento disponible; la segunda es generar nuevo conocimiento a través de la investigación; y la tercera es transferirlo a la sociedad para que tenga un impacto concreto.
Las universidades en Chile nos hemos ido alineando con estas exigencias, también a través del sistema de aseguramiento de la calidad, operado por la CNA. La Universidad Central ha estado en ese proceso, y un hito clave fue la creación en 2024 de la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Postgrado (VRIIP), lo que refleja nuestro compromiso institucional.
Mi llegada no significa partir desde cero, sino sumarme al fortalecimiento de esta estructura, que se articula dentro del ecosistema de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI). La investigación debe generar soluciones para problemas reales, y buscamos que ese trabajo derive en innovaciones útiles para la sociedad, optimizando bienes y servicios existentes.
¿Cómo se articula este trabajo con las necesidades de la región de Coquimbo y la macrozona norte?
La Universidad Central ya tiene un sólido trabajo de vinculación territorial, algo que se percibe claramente en la región. La tarea ahora es fortalecer esa labor, visibilizando nuestras capacidades institucionales para tener un proceso más claro de transferencia de conocimiento a la sociedad. Además, es importante reconocer el trabajo que ya vienen realizando académicas y académicos. Hay que fortalecer esas iniciativas y conectarlas aún más con las necesidades locales.
¿Cuál es el vínculo de esta estrategia con la formación de estudiantes?
La formación es el corazón de la universidad, y la conexión entre investigación y estudiantes ya se está desarrollando. Por ejemplo, contamos con programas como Semilla y Cataliza, de INeS, que integran a estudiantes en proyectos junto a sus docentes. También tenemos los FIT (Fondo de Innovación Tecnológica) que están activos.
Además, los propios proyectos de investigación impulsados por académicas y académicos ya están permeando a la comunidad estudiantil. La idea es generar un círculo virtuoso donde los estudiantes no solo participen, sino que se involucren activamente en procesos de generación de conocimiento.
Respecto a la innovación. ¿Cómo se está abordando este tema desde la dirección?
La innovación no es solo teórica; es una práctica viva que debe generar impacto real en la sociedad. Cuando hablamos de I+D+I (Investigación, Desarrollo e Innovación), lo hacemos pensando en productos, servicios o procesos nuevos o mejorados.
Innovar es adaptarse también a los contextos. Muchas veces se trata de traer tecnologías que existen en otros países, adaptarlas al territorio y generar valor local. No basta con importar soluciones; hay que entender el contexto cultural, ambiental y económico donde se insertarán esas innovaciones.
¿Cuál es el rol del postgrado dentro de su gestión?
En postgrado también hay un trabajo importante por hacer. Uno de los principales objetivos a corto plazo es lograr la acreditación de los programas existentes, y también fortalecer la oferta. La Universidad Central es reconocida por su propuesta de postgrado en la región, pero queremos seguir robusteciendo esa oferta.
¿Algún mensaje final?
Respecto a mi reciente incorporación quiero destacar especialmente la calidad humana que he encontrado en la Universidad Central, tanto en sus equipos académicos como administrativos.