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La esquina del guapo

Imagen foto_00000001...Fue justiciera la paliza recibida aquella tarde. Se lo merecía, aunque casi lo mataron. "...Tan grande y abusador", pensaba cada vez que lo veía. Desde que circundo este parque por cuestiones académicas casi he tallado una zanja en el pavimento, memorizando cosas que no se si valgan la pena, siempre lo veo. Siempre avanza a paso firme y largo, dispuesto a todo y contra quien sea con tal de mantener el respeto que ya había ganado. ES capaz de todo: asaltar, solo asustar por placer y hasta asesinar.

"El desgraciado lo logra por la buena o por la mala" me encontré diciendo en voz alta; era temido lo sé, y creo que en cierto modo también yo lo respetaba, no por nada ostentaba todas las cicatrices que tenía y que lucía con el desparpajo de los guapos de verdad, "como el peor de Rondizzoni" pensé.

Tuvieron que casi matarlo para que cediera y corriera por su vida. Fue ayer casi de noche y entre cuatro, recuerdo que lo conminaron a que se fuera y dejara el poder del parque y su esquina, pero (era que no) no lo hizo "antes muerto" debe haber pensado. A la distancia pude visualizar que lo amenazaron pero él, siempre poderoso tentó a la suerte y pagó caro. Creo que en algún momento se arrepintió y quiso correr, pero ya era demasiado tarde lo cercaron y su sangre manchó el pavimento de su esquina, teniendo de fondo un frío que calaba los huesos.

"...Por fin fue su fin", pensaba cuando caminaba al parque ya pasado dos días que aquel espectáculo. Contra toda visión de amante de la vida lo vi llegar al mismo lugar, a su lugar, a su señorío. Desde mi rincón observaba con una aguda curiosidad y algo de malicia, "ahora lo matan por fin", pensé cruelmente. Lo vi llegar cojeando, y aún con sangre en su rostro, el odio lo descubrí en su mirada mientras analizaba todos los movimientos del parque, estaba sin duda buscando algo o a alguien.

A lo lejos descubrió a uno de ellos, por la espalda lo atacó asesinándolo en el acto, "cobarde", pensé. Lo hizo como un profesional, así mismo lo hizo con los otros tres, uno por uno, uno por día. Tal vez razonó "divide y vencerás", pensé.

La autoridad hizo su aparición, "tarde como siempre", sonreí. ¿lo habrán delatado?, no lo sé, "detesto a los delatores" siempre ha sido así. Grande fue mi impresión cuando la autoridad descendió de su vehículo, lo llamó por su nombre y aparentemente lo regañó por lo sucedido, dejó algo en el piso y simplemente se fue. "Es el colmo, en este país no hay justicia" me dije.

Al otro día divisé al guapo en el suelo de su esquina, sangraba por una oreja, le colgaba la lengua, las pulgas arrancaban....la perrera había hecho ya su trabajo.

Estudiante: LUIS ANIBAL ROJAS MUÑOZ
CARRERA : DERECHO QUINTO AÑO (VESPERTINO)