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La derecha dura aprovecha debilidad de Piñera y bloquea reformas políticas

La baja aprobación del Presidente Sebastián Piñera -23 por ciento según la última encuesta CEP- no sólo ha provocado un cierto desorden en su gabinete, sino que paralelamente ha permitido que los sectores más duros de los partidos de la coalición, en particular de la UDI, se tomen el poder que reclamaban desde que la derecha llegó al gobierno. Dado el pragmatismo del Presidente esta administración se había propuesto generar reformas transformadoras, pero todo indica que el límite para este ambicioso objetivo lo pondrá el gremialismo. Una clara prueba de ello es el resultado de la reunión del lunes en la casa del mandatario. Lejos, no sólo de lo que se esperaba, sino de lo que se había anunciado, el Ejecutivo debió agachar la cabeza ante la negativa de la colectividad más grande de la Alianza de avanzar en modificaciones al sistema electoral. Tampoco quedó claro hasta dónde permitirán al mandatario progresar en materia de reforma tributaria. Dado que la postura del senador Jovino Novoa, abierta a rebajas pero no a aumento de tributos, es la que se ha impuesto en la tienda, pese a los esfuerzos del ministro de Economía, Pablo Longueira, por alcanzar una posición más pragmática.

En la propia UDI reconocen que aunque existen diferentes posturas en materia tributaria, lideradas por los dos más importantes “coroneles”, hay posibilidades de llegar a un consenso en esa materia con el Ejecutivo. Donde no existe ninguna es en el campo electoral. Y aunque, como nunca antes, en el gremialismo evitan jactarse del logro conseguido el lunes, destacan que están tranquilos en relación con que no se avanzará en cambios al binominal, si no es con el respaldo de ambos partidos de la coalición. “Ese fue un compromiso del Presidente”, comenta un parlamentario, lo que fue refrendado en Renovación Nacional. En la tienda de Carlos Larraín, el escenario es similar, ya que él también se ha opuesto férreamente a cambios tributarios y políticos. Ahora, aliado con sus socios, sumó un triunfo.

No parece probable que el jefe de Estado pueda avanzar hacia las grandes reformas que se había puesto como meta. Lo que según el analista político Marco Moreno se debe, ni más ni menos, que a la baja evaluación de Piñera, pues “en un gobierno que se maneja a través de las encuestas, constituye el espacio ideal para que los partidos tomen el control político de la agenda del gobierno. En la medida que Piñera se va descapitalizando, los partidos recuperan espacios en la toma de decisiones”. Aún más, el experto asegura que “en un gobierno tan dependiente de las encuestas se produce un desorden estratégico y táctico” en el que la agenda cambia al ritmo de los vaivenes de los sondeos y, en ese contexto, “el problema del Presidente es que los partidos no le dan piso a sus propuestas”.

CARENCIA DE LIDERAZGO Y…RELATO

Este escenario es el que habría permitido el fortalecimiento de los sectores más duros de la UDI y de RN, permitiéndoles imponer su agenda por sobre la del piñerismo. Tesis que refrenda un experto del oficialismo, para quien “efectivamente la baja evaluación del Presidente ha disminuido su piso político para ejercer liderazgo. Pero, por otro lado, también está el hecho de la falta de relato. Es decir, no se nota coherencia en hacia dónde se dirige el gobierno, lo que enfrentado a los liderazgos más duros del oficialismo, en los que sí se ve coherencia, no da espacio para un gallito entre ambos y para que el gobierno le haga el peso a los líderes más duros de la coalición. Le dificulta a Piñera poder imponer su punto de vista, lo que no pasaría si tuviera, por ejemplo, un 60 por ciento de aprobación. Con esas cifras sí tendría piso para imponer su agenda”.

Sin embargo, en los sectores liberales de RN defienden el hecho que se haya avanzado en la posibilidad de implementar una reforma tributaria, que no estaba contemplada en el programa de gobierno, aún cuando para otros era tanto o más importante la necesidad de dar una señal clara de apertura en materia de reformas políticas. Aún así se valora el compromiso que habría asumido el jefe de Estado en cuanto a no tomar decisiones que no sean “consensuadas” con los partidos de la Alianza. Lo que genera un ambiente de tranquilidad y unidad al interior del pacto oficialista. Mientras, un parlamentario de la UDI descarta por completo que su partido haya impuesto un bloqueo a la posibilidad de modificar el sistema binominal. Desde su punto de vista, lo que ha sucedido estas últimas semanas y que desembocó en la cita del lunes es que “la UDI ha ido encontrando una manera inteligente de influir”. Y añade que ha visto “al gobierno cada vez más abierto a escuchar la opinión de los partidos para tomar decisiones políticas”.

Ello, haciendo caso omiso de la aparente concertación de los sectores más duros del gremialismo que, durante el fin de semana, presionaron públicamente en contra de ambas propuestas de Piñera: tanto la de efectuar una reforma tributaria como eventuales cambios al binominal. Hernán Büchi, el domingo, se explayó en la prensa sobre los beneficios tanto del modelo económico como político, con múltiples razones que explican, a su juicio, lo negativo de efectuar cambios en ambos campos. El lunes hicieron lo propio el diputado UDI Ernesto Silva y el senador Jovino Novoa. Este último insistió en que “nuestra agenda debiera tener prioridades distintas”, reiteró que fue un error abrir el debate tributario e hizo lo propio en materia de reformas al binominal. Aún cuando en la UDI descartan de plano que haya existido un acuerdo para presionar al gobierno previo a la cita con el Presidente.

MOLESTIA OPOSITORA

Lo que ningún representante del oficialismo puede explicar es el sentido de las reuniones que sostuvo Piñera con los ex Presidentes de la Concertación. Considerando que desde el bloque opositor estiman que todo eso fue una “operación comunicacional”. En este contexto, el senador DC Jorge Pizarro fue particularmente duro, señalando que “definitivamente hubo mucho ruido y pocas nueces, porque después de la operación comunicacional de la invitación de los ex Presidentes a La Moneda, pidió opiniones, le dijo al país que iba a avanzar fuertemente en una reforma tributaria y en una reforma al sistema político para tener una democracia más representativa… pero, finalmente, primó la reiteración del veto de la UDI, del poder fáctico del gobierno que es la UDI, que es la que decide lo que se hace y que no se hace”.

Y dentro de la tienda de calle Suecia, para Pizarro, toda la responsabilidad recae en Novoa. “Primero fuimos notificados por el senador Novoa hace una semana, que no había ni reforma tributaria ni mayor democracia en Chile… y el presidente de la UDI planteó lo mismo… y eso es la reiteración de la falta de liderazgo y la falta de conducción del Presidente de la República para llevar adelante reformas importantes que vayan en beneficio de todo el país”. En la misma línea de Pizarro, el presidente del PS, Osvaldo Andrade, advirtió que “lo que hizo el Presidente anoche fue invitar a la UDI a escucharla y a que pusiera la agenda. La cena del lunes no hizo sino confirmar que quien está llevando la batuta en este gobierno es la Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional no existe y el Presidente es rehén de la UDI”.

El aparente nulo resultado de los encuentros con los ex mandatarios hace prever a algunos representantes de la oposición que de ser nuevamente invitados, tal vez no haya la misma disposición para concurrir a La Moneda. Porque si algo quedó claro en la Concertación es que “los Presidentes fueron a perder el tiempo. A conversar sobre algo que nunca se concretará. Por lo menos no, mientras la UDI y los sectores más conservadores de la derecha se opongan. Entonces, no hay mucho de qué hablar, porque por lo visto Piñera no está en condiciones de decidir”.

Esta noticia fue publicada originalmente en el portal El Mostrador  en el enlace http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2012/01/11/la-derecha-dura-aprovecha-debilidad-de-pinera-y-bloquea-reformas-politicas/#print-normal