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Lunes 18 de Marzo de 2013

Focalización de las políticas sociales: ¿Se perdió el objetivo?

Erradicar la probreza y disminuir la brecha de  distribución de ingresos, son los objetivos que tienen las políticas sociales. Sin embargo, con el anuncio de la entrega del bono marzo y su extensión a 300 mil familias de clase media, muchos han cuestionado la tendencia que ha seguido la focalización de estos programas.

En 1978, Miguel Kast, ministro director de la Oficina de Educación y Planificación (Odeplan) -que posteriormente pasó a ser el Ministerio de Planificación y luego el Ministerio de Desarrollo Social-  diseñó el concepto de focalización de los beneficios sociales y supervisó la elaboración del primer mapa de la extrema pobreza en Chile. El libro “Pobreza: ideas para superarla” editado por Libertad y Desarrollo (LyD) en 2008, destaca que Kast  hizo entender que el peor obstáculo que los pobres enfrentan es la mala calidad de la política económica.

La última encuesta Casen (2011) dio cuenta de la reducción de la pobreza respecto de 2009, pasando de 15,1% a un 14,4%. Además, reveló que en ingreso autónomo, el 10% más rico recibe 35,6 veces más que el 10% más pobre. En 2009, la proporción era 46 veces, pero en 2006 la cifra era menor: 31,3.

Estas cifras podrían dar cuenta de los efectos que estarían teniendo las políticas sociales, y por ende, el cumplimiento de los objetivos marcados por Kast en 1978, con la focalización de las políticas públicas a los sectores más vulnerables. Pese a ello, y a la evidencia de los datos, entre economistas y expertos existe una percepción distinta que está más asociada a la movilidad social que pueden generar los beneficios que entrega el Estado, y la desvirtualización de ellos en época de bonanza económica y justo en pleno proceso electoral.

Ya lo decía el ex ministro del Mideplan -y además hijo de Miguel- Felipe Kast en 2011: “Tienes que focalizar si quieres reducir las brechas en un país tan desigual como el chileno, porque si le das los recursos sociales al 20% más rico vas a tener más desigualdades”.

Para el ex ministro de Hacienda, Rolf Lüders, se ha ido perdiendo el objetivo de focalización implementada en los ‘70, ya que se ha dado prioridad a los procesos electorales y al sector que finalmente decide: la clase media.  “Definitivamente se está perdiendo el foco que tuvieron nuestras políticas sociales a partir del régimen militar y hasta unos años atrás.  El fenómeno de paulatina pérdida de foco se hizo notorio durante los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.  El fenómeno era anticipable, porque es la clase media la que decide las elecciones y la que por ello podrá ser más exitosa en su demanda por beneficios sociales”, dijo.

Frente a este escenario, los economistas y expertos aseguran que existen 3 argumentos que dan cuenta de esta desfocalización de las políticas públicas.

1. Desfocalización de los argumentos
En los últimos 10 años, se ha entregado un bono promedio por año, ya sea porque existe un positivo crecimiento económico o para enfrentar situaciones de crisis. Para el economista del Cieplan, Jorge Rodríguez “se justifican sólo en épocas de crisis económica, para apoyar a las familias vulnerables que están pasando por un período especialmente crítico. Para situaciones permanentes de precariedad, se requieren políticas permanentes de apoyo”.

El bono marzo ($40.000), anunciado el 10 de marzo pasado y que esta semana se votará en el Senado, para los expertos es un claro ejemplo de la desfocalización que están teniendo las políticas sociales, no sólo por la extensión a la clase media, sino por los argumentos que son utilizados para entregar este beneficio.

Las razones que ha dado el gobierno para el bono (y para adelantar el debate del salario mínimo), apuntan a la bonanza económica de Chile, con un crecimiento de la actividad de 6,7% a enero de este año, y con un mercado laboral que casi en pleno empleo, alcanzando una tasa de desocupación de 6% en el trimestre noviembre- enero.

Para el economista de la Universidad Central y ex  asesor del Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos (2006), Enrique París, esa sería la primera señal de desfocalización.

“El anuncio del bono se parece a un reparto de utilidades en cuanto a la justificación, es decir, nos fue bien, la economía está creciendo, entonces vamos a entregar un bono, a diferencia de bonos que se entregaron en el pasado que eran para aliviar la carga económica de las familias para financiar, por ejemplo, el alza en combustibles. En este caso, la justificación es la bonanza económica, por lo que diluye mucho la discusión de la focalización del gasto público para ir en ayuda de los sectores más desfavorecidos”, aseguró París.

2. Desviación de la población objetiva
Un estudio realizado por LyD advierte que este beneficio de $40.000  pierde el objetivo final de la focalización de las políticas sociales, que es generar la movilidad social esperada, para que las familias de escasos recursos puedan salir de esa situación y no depender de los subsidios que entrega el Estado. “El objetivo de una correcta política social es que finalmente las personas dejen de necesitar esa política, porque salieron de la situación de falta de ingresos. El bono sólo cubre gastos transitorios y por ende, no contribuye en nada a aliviar el problema”, dice el informe.

Para Lüders lo que es evidente es que “los subsidios sociales disminuyen los incentivos que ofrece el sistema para progresar por la vía de generar ingresos propios. Por eso, pueden tener justificación moral si benefician a las personas incapacitadas o que temporalmente hayan dejado de poder tener ingresos, pero difícilmente se justifican económicamente en otros casos”.

Otro punto de la desfocalización está en los beneficios que se entrega a la clase media. En este sentido París sostuvo que cuando se amplía el campo de beneficios sociales, y la distribución de la población objetiva, se está contradiciendo con la estructura de las políticas sociales. De esta manera, a juicio del economista, el gobierno se está apartando del objetivo de las políticas sociales establecidos desde los ‘70.

3. Desincentivos al trabajo
De acuerdo al estudio de LyD, el bono genera incentivos incorrectos desde el punto de vista de superación de la pobreza, en el sentido de que sólo lo reciben quienes acreditan ingresos escasos.

“Es un premio a la falta de ingresos, por lo que tiende a desincentivar el trabajo”, dice el documento del think tank.

Una percepción similar tiene el ex ministro de Hacienda, Rolf Lüders, quien sostuvo que “es obvio que la extensión de beneficios sociales a la clase  media disminuye los incentivos al trabajo y al ahorro en esos sectores.  Son los problemas típicos que genera el estado de bienestar y es hacia allá que nos estamos encaminando”.

Desde ese punto de vista, acá existiría un tercer factor de desfocalización de las políticas sociales. En LyD aseguran que si la opción es que la gran mayoría de la población recibe parte importante de los bienes del fisco (Estado de Bienestar), la focalización es menos importante.

Por otra parte, si el objetivo es una sociedad en que la situación de las familias dependa de su propio esfuerzo, la focalización no debe perderse. “Deben hacerse continuos esfuerzos por perfeccionar los instrumentos de focalización, con algún esquema de premio para las personas que salgan de la situación de pobreza, de tal forma de evitar el incentivo perverso de disfrazarse de pobre”, señala LyD.

Esta entrevista fue publicada originalmente en el diario Pulso en el enlace http://www.pulso.cl/noticia/economia/economia/2013/03/7-19807-9-focalizacion-de-las-politicas-sociales-se-perdio-el-objetivo.shtml