Creo que todos a estas alturas sabemos que el actual sistema electoral no da para más, porque distorsiona la votación popular generando una sobre representación y favoreciendo dos fuerzas políticas.
Sin embargo, poco o nada se ha dicho de las dificultades que tienen los candidatos independientes para presentarse a las elecciones municipales, quienes deben cumplir con el 0,5 % de los electores que hayan sufragado en la última votación popular.
Usted dirá que 0,5 % es bajo, en efecto, así lo es. No obstante, el problema viene por las verdaderas barreras de entrada que existen para lograr juntar esas firmas. En una comuna como Huara, en la Primera Región, sólo se necesitan quince firmas, pero en comunas de mayor población como en la Región Metropolitana, éste puede subir a trescientos cincuenta o seiscientas personas, lo que se traduce en firmas ante el notario de la comuna donde desea postular el candidato.
¿Por qué hablo de barreras de entrada? La verdad es que si una notaría está abierta de lunes a viernes entre las 9:00 y 18:00 horas con un cierre de una hora para el almuerzo, y si a eso usted le suma, que la mayoría de la gente trabaja precisamente en ese horario, y no tiene posibilidad de anotarse en una notaria un sábado, porque están cerradas, salvo aquellas que están de turno. Así las cosas, se podrá dar cuenta de lo difícil que es llevar y movilizar la gente a una notaría.
Quizás, parezca un poco anecdótico, pero sino se soluciona ese tipo de problema práctico, creo que se hace cuesta arriba el que los ciudadanos podamos oxigenar la política.