Por: Patricio Valdés Fuentealba.Brexit corresponde a la abreviación de "British Exit" o salida británica. Y se encuentra referida a la posibilidad de que Gran Bretaña se retire de la Unión Europea, lo que se dilucidara por referéndum el día 23 de junio. Actualmente Gran Bretaña mantiene su relativa independencia monetaria y fronteriza, en el sentido de que conserva la libre esterlina y no pertenece al espacio Shengen.
Quienes respaldan el Brexit son los sectores más conservadores de la sociedad británica, con un fuerte respaldo en los electores mayores de 65 años, y afirman que el éxito económico se encuentra relacionado con la salida del bloque, ya que ello les entregará mayor competitividad. Algunos consideran que no es más que una cortina de humo y la verdadera razón pasa por limitar la tendencia alcista de migrantes, que el año pasado llego a 333.000.
A favor de la salida del bloque se señala que ella representaría un enorme ahorro fiscal, hoy destinado a recibir inmigrantes, lo que presiona el sistema de beneficios y de salud, además de argumentar que establecer mayores limitaciones a las migraciones mejoraría la situación laboral de los propios nacionales.
Otro argumento macroeconómico se funda en que la salida permitiría liberarse de las regulaciones y normativas continentales, de manera que la independencia le entregaría mayor eficiencia y poder enfocarse en los mercados en crecimiento.
En contra del Brexit se encuentra el 75% de los jóvenes, y su rechazo se fundamenta en que dicho proceso instalará la volatilidad económica por la eventual pérdida de ser Londres la capital financiera del bloque, pérdida de empleos, aumento de los costos de exportación a su principal socio económico (Unión Europea).
Por otro lado podría resultar perjudicial la necesidad de renegociar los tratados comerciales con Europa y el resto del mundo, esta vez de manera independiente, carente del tentador mercado europeo en su contexto.
También se hace referencia a que la normativa europea representa una garantía para los ciudadanos británicos, en orden a un estándar más elevado de normas laborales, sociales y ambientales, las que pueden verse afectadas o disminuidas en caso de que se produzca el retiro del bloque y se permita una nueva autorregulación en estas sensibles materias.
Según la estimación del Instituto Nacional de Investigación Social y Economía, el PIB se vería afectado en a lo menos un 2.25 %, principalmente debido a la reducción de la inversión extranjera directa. Para el Centro de Desempeño Económico, dicha reducción se establecería entre el 6.3% y 9.5 del PIB.
Para Chile, de concretarse el Brexit se requerirá una nueva negociación en materia económica ya que actualmente dichas relaciones se encuentran reguladas por el Acuerdo de Asociación Económica, entre nuestro país y la unión Europea, existiendo únicamente de manera complementaria un acuerdo relativo a la Promoción y Protección de las Inversiones, del año 1997.