Martes 9 de Diciembre de 2014
Por.- Profesor Rafael Rosell Aiquel, rector Universidad Central de Chile
Actualmente la fórmula para calcular el puntaje ranking sólo considera el establecimiento educacional del cual egresa el estudiante de 4°Medio, pero a partir del próximo proceso de admisión se considerará la trayectoria escolar completa del estudiante, desincentivando cambiarse de colegio en cuarto medio para mejorar el puntaje ranking.
Por otro lado como parte de algunos de los cambios aplicables en la admisión 2015, se debe tener en cuenta, que en este proceso no se aplicarán los descuentos por respuestas incorrectas, lo que debería llevar a que los postulantes aumenten en un 20 % las probabilidades de acertar si responden al azar, porque cada pregunta tiene cinco alternativas. El efecto positivo será que los puntajes de cortes serán más altos y podrán acceder a becas y beneficios estatales que tienen como requisito 450 puntos. Lo negativo, es que los alumnos, tendrán en mente la historia de los puntajes anteriores, y pueden verse frustrados porque este año los puntajes tenderán a ser más altos.
Sobre si esto tiene o no un efecto predictivo, no debiera preocuparnos, porque el informe Pearson, encargado por el Mineduc y el CRUCH el 2013 había señalado que la PSU, como proceso de selección mostraba un bajísimo poder de predicción y que se apreciaba una paupérrima correlación entre los resultados de la prueba y el rendimiento universitario.
Por eso, podría alegrarnos, el anuncio de que el CRUCH presentará al Congreso en marzo y abril del 2015, un sistema único de admisión, que como explicó el Jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, se basará en cuatro pilares: prueba de selección, ranking de notas, test para talentos (artísticos y deportivos), y articulación de centros técnicos universidades. Será un sistema único tanto para universidades estatales y privadas. Sin embargo, sorprendentemente, no se aclara si la PSU se mantiene o se estudia algún cambio
Porque resulta impresentable, que se proponga incorporar a todo el sistema y no se incluya ni se pretenda articular un debate serio con todas las universidades del sistema.
La presidenta ha insistido en la necesidad del diálogo, y las universidades privadas somos parte del sistema, recibimos a la mayoría de los estudiantes capaces pero sin recursos que llegan a la educación superior.
Definitivamente frente a una reforma de este tipo, y los errores reiterados del pasado, no basta con un comunicado.